El omega del príncipe -Mikey x Takemichi-.

Capitulo 3

Luego de aquel almuerzo con el príncipe Takemichi volvió a la aldea para ayudar a repartir el agua, sus amigos bromearon un poco con el respecto a lo sucedido y Takemichi estaba rojo de la vergüenza, por otra parte Mikey había regresado al palacio, cambio su ropa y luego se fue a la sala del trono para hablar con su hermano.

-Dime que sucede Mikey-.

-Gracias, es acerca del agua para los aldeano que viven en las villas se les esta negando el uso de ella y dudo que eso sea bueno para ese pequeño pueblo ¿Acaso no puedes hacer nada?-.

-Por lo que tengo entendido fue nuestro bisabuelo fue el que hizo esa ley del agua para aquel pueblo...si mi mente no me falla ellos tienen acceso al agua una ves a la semana ¿ Que quieres que haga exactamente?-.

-Quitar esa absurda ley, hay familias que necesitan el agua para sobrevivir, niños y ancianos que sufren y enferman por no tener agua en sus hogares-.

-Él tiene razón Izana no sería bueno para esas personas, si haces este acto te llevarás un gran apoyo de ese pueblo, es mejor tener al pueblo de nuestro lado que como enemigo-. Dijo Kakucho.

-Ahora que lo pienso es cierto, bien lo haré general Draken desde hoy y ahora la ley de prohibición del acceso al agua de una semana queda desintegrada, y desde hoy todos los aldeanos tienen acceso a ella y usar sin ningún problema....Has que la voz del Rey sea escuchada en todo el reino-.

-Si su majestad-.

Mikey le agradeció a su hermano y se retiró de allí para ir a su habitación, mientras tanto Draken junto a los soldados dieron a conocer la nueva orden del rey hasta llegar a la villa de los aldeanos, estos se habían sorprendidos por tal acto y la gran mayoría aprovechó para ir a buscar agua, bañarse o lavar ropa.

Al día siguiente luego de desayunar junto a su madre Takemichi se fue al puerto ya que habían llegado barcos con muchas mercancías para el mercado, comenzó a ayudar llevando cajas de un lado a otro a pesar de ser agotador él seguía con su trabajo.

En otra parte del muelle se encontraba el príncipe Mikey charlando con un hombre sobre la nueva mercancía, había llegado temprano sin que nadie lo viera.

-Supongo que es todo, bien me retiro-. Dijo Mikey.

-Que tenga un buen día señor-.

Mikey salió de aquella oficina y vio a muchas personas ayudando a descargar las nuevas cosas, observó detalladamente y de un momento a otro logró ver al omega que había conocido en el rio.

-Ken-chin ahora regresó-.

-¿A dónde vas?....Oye regresa-.

Mikey decidió ir donde había visto a Takemichi y la gente lo había reconocido en seguida haciendo una reverencia, llegó donde Takemichi y le saludó.

-Hola Takemicchi...ven vamos a dar un paseo-.

Takemichi lo reconoció enseguida e hizo una reverencia rápidamente a lo cual Mikey también hizo lo mismo, que sorprendió mucho al menor y a su amigo ya que nadie de la realeza hacía eso hacia la gente de esa clase.

-Disculpe señor pero debo volver al trabajo-.

- Anda vamos, es de mala educación negarse al pedido de un príncipe sabes?-.

-Yo bueno....Esta bien-.

Mikey tomo del brazo del menor y se lo llevó consigo, lo subió a su propio cabello delante suyo y se fueron a dar una vuelta, mientras tanto Draken no podía creer lo que su amigo hacia con el pobre chico, el menor estaba trabajando tranquilamente y vine éste para llevárselo como si nada, era algo raro verlo así,  así que decidió hacer algo por el menor. Mikey llevo a Takemichi al río donde allí había una carpa con varios alimentos este le propuso almorzar juntos y Takemichi terminó cediendo, la tarde había llegado y Takemichi se dio cuenta de que debía regresar.

-Majestad disculpe pero debo volver a casa se está haciendo tarde y no quisiera preocupar a mi madre-.

-Oh ya veo entonces vamos-.

-¿Vamos?-.

-Si te llevaré a tu casa-.

-No no es necesario majestad-.

-No es pregunta es una orden vamos te llevo-.

Takemichi otra vez cedió y se fue junto a Mikey hacia su casa, una vez allí se despidió de él y entró a su casa encontrándose con su madre.

-Hola hijo....Oye mira todo esto que nos dejaron-.

-Hola mamá ¿De dónde salió todo esa comida?-.

-Un guardia de palacio vino y me dijo que era un regalo del parte de tu trabajo...pero es raro por que tus amigos me dijeron que te fuiste a mitad del trabajo para irte con el príncipe Sano...¿Acaso hay algo que no sepa?-. De forma sería su madre.

-Mamá puedo explicarlo!!!....Eto...Eto..-.

-Jajajajajaja tranquilo mi amor sólo estoy jugando-.

-No me hagas esto mamá-.

-Perdón mi niño... pero aún así quiero que me cuentes mientras ordenamos los alimentos-.

Takemichi asintió y comenzó a contarle como conoció al príncipe y lo que pasó el día de hoy, ayudó a ordenar y a preparar la cena ella por su parte temía que el príncipe fuera a hacerle algo a su niño, por lo cual siempre le decía lo mismo
Cuando la limosna es grande hasta el Santo desconfía.,Takemichi sabía a lo que se refería y desde entonces tendría que tener cuidado con el príncipe.