12: Soluciones inesperadas.

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Capítulo 12

-Nova -siento la mano de Lenny tocando mi hombro así que dirijo mi atención a él.

-Sí -respondo fingiendo una sonrisa.

-¿Nos estás prestando atención? -niego vergonzosamente -¿Te decíamos que si vas a participar en la feria escolar? -pregunta mirandome intentando  descifrar que pensamientos inundan mi cabeza.

-No, aún no encuentro nada de interés que llame mi atención -encojo mis hombros, bebiendo zumo de limón.

-Te tienes que dar prisa es la próxima semana -Emma se une a la conversación y la veo arquear una ceja -¿Está todo en orden? -niego con la cabeza.

Nada ha estado en orden y dudo que ha este paso encuentre una solución razonable para todo este lío.

Samuel no para de ser atento conmigo, sacarme sonrisas todo el rato, intentar levantarme el ánimo y una gran parte de mí le gusta porque lo considero un gran amigo y necesitaba de sus consejos estos dos años, pero no sé en qué momento pasó de ser el chico con el qué tendría una relación perfecta, a ser solo un amigo, y es, frustante. Sumemosle a eso la actitud de Andrés después de la fiesta, distante y fría, ni siquiera me mira al pasar por mi lado, es como si de un momento a otro hubiesemos dejado de ser amigos, por llamarlo de alguna forma, ha volvernos desconocidos como al inicio.

El timbre que indica el comienzo de la sesión de la tarde resuena por toda la cafetería, haciendo que todos los estudiantes nos levantamos y comencemos a caminar rumbo a las aulas. Quiero que ya sea las cuatro de la tarde, tomar mis cosas, marcharme lejos de aquí, llegar a mi casa y sentarme a ver Harry Potter o Supernatural, tranquila sin darle vueltas a todos esta mierda.

Camino distraída hasta mi casillero, suspiro tomo los libros de Litertura y me encamino hacia el salón. A quién se le ocurre poner Literatura en la tarde, es una asignatura que me encanta pero ciertamente no tengo ánimos de lidiar con el profesor a esta hora.

-Buenas tardes -la voz del profesor se hace escuchar por toda el salón.

-¿Me puedo sentar? -Andrés pregunta a mi lado. Le devuelvo la mirada corriendo mi silla a un lado sin prestarle mucha atención. Veremos quién se hace más el invisible -Quieres decirme que coño te pasa que no me saludas -su voz denota enfado auqnue se escuche bastante bajito.

-¿A mí? -pregunto haciéndome la desinteresada -No me pasa nada-le miro enfadada -Quizás la que tendría que preguntar que es lo que sucede soy yo, no crees -susurro en el mismo tono que utilizó minutos atrás.

-No sé de que me hablas Nova -responde observando el pizarrón y un bufido irritado abandona mis labios.

-Pensén que éramos amigo y que nunca llegariamos a esta situación tan incómodo -murmuro.

-Ahí esta tu error Nova, no somos amigos porque tú decidiste que no lo fuéramos -responde y un nudo se forma en garganta.

Parpadeo unas cuantas veces para evitar que las lágrimas caigan por mis mejillas. Sé que he sido brusca con él muchas veces, que siempre le he dado respuestas a media, pero ver que por primera vez me ha tomado la palabra duele, porque ya no lo estoy viendo con los ojos de una amiga.

Observo a Andrés una última vez antes de centrar mi atención en la pizarra, evitando mirarlo, sintiendo como entre nosotros se ha abierto una brecha que no creo que sea fácil de reparar.

Camino distraída por los pasillos, las personas a mi alrededor murmuran y gritan debido a que ya es la hora de la salida, esquivo un par de cuerpos y apresuro el paso con la intención de llegar a casa pronto.

Aunque no seamos compatibles [VERSIÓN 2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora