𝐇𝐞𝐫 𝐯𝐨𝐢𝐜𝐞

I

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Otra vez se escuchaban esos sollozos por todo el cuarto, ya parecía incluso una costumbre por tantos días que aquella niña se la pasaba llorando encerrada en su pequeña habitación

—¿Por que..?— era lo único que podía decir entre todo su mar de lágrimas

¿Que había pasado? Sencillo, Su madre otra vez ponía el peso de la culpa sobre ella

Si un plato de rompía, era su culpa
Si no había agua caliente, era su culpa
Si se perdía un objeto en su casa, era su culpa

Pero esta vez fue algo que sobrepasó los límites

La niña tenía demasiados moretones en sus rodillas y brazos, el dolor era mucho para apenas una pequeña de 9 años

Según dicen, la infancia es la etapa más feliz y divertida para una persona, entonces, ¿por que la de ella no era así?

—d-duele..— decía la pequeña mientras abrazaba sus rodillitas como si su cuerpo fuera su única protección

De pronto, se escuchó como la puerta del cuarto era abierta bruscamente causando que aquella niña diera un brinco por el susto

—Eres una inútil. — pronunció la madre fijando su mirada en ella con cinturón en mano

Aquella niña no podía reaccionar, pues ya sabía lo que iba a pasar

Desgraciadamente era obvia la diferencia de fuerzas entre ella y su madre, por lo cual, era difícil que se pudiera defender sola

—¡MAMÁ, PROMETO YA NO MOLESTAR, PERDÓNAME!...— gritó, estaba muy asustada

Lo único que podía pensar en esos momentos era en su padre, el único que la quería en aquella casa. Lastimosamente el señor había fallecido ya hace unos años atrás, desde ese entonces la cruel madre aprovechaba para desquitar todo su enojo y tristeza hacia su pequeña hija

Pero al parecer sus gritos eran en vano, ya que lo único que veía era la figura de su madre acercarse poco a poco a ella

-"No.. NO!"- Era lo único que pensaba

Cuando volteó hacia arriba, Vio como su mamá alzaba todo su brazo y lo dirigía hacia ella

Lo único que hizo fue cerrar sus ojitos fuertemente sabiendo lo que iba a pasar

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—¡NO!— gritó un pequeño niño levantándose de golpe

Puso su mano en su pecho sintiendo como este subía y bajaba rápidamente, estaba sudando y su piel se sentía fría

Otra vez había sido un sueño

El pequeño Madrigal había tenido esa secuela de pesadillas ya hace unos años. Exactamente empezaron el día en que él recibió su don

Talló sus pequeños ojitos pero al instante notó algo

¿Acaso estaba llorando?

—CAMILO!— dijo su madre entrando a su habitación

Cuando le pidió a casita que encendiera las luces, lo primero que visualizo fue a su pequeño respirando de una forma rápida y como su piel estaba pálida. Como si hubiera visto un fantasma

-mamá..— pudo decir en apenas un hilo de voz, se le notaba asustado

Rápidamente su madre se dirigió a él para abrazarlo fuertemente

—solo fue otro mal sueño mi vida— le susurró a su pequeño hijo —Estas a salvo. — le decía mientras lo seguía abrazando

La madre ya sabía las secuelas de pesadillas que tenía su pobre hijo, pues no era la primera vez que se levantaba a tardes horas de la madrugada por los gritos del pequeño

—¿Puedo dormir contigo?— susurró

—claro mi vida..

La madre cargó a su hijo para dirigirse a la habitación de ella

Mientras tanto, el pobre niño solo podía pensar en aquella voz y sollozos de la niña

—Perdon..— fue lo único que pudo decir, se sentía culpable al no poder hacer nada ya que solo era un sueño

Oh tal vez no..?