III

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Una joven se encontraba acostada en la cama de su pequeña habitación, se le notaba tranquila, algo raro para ella en si ya que normalmente se escuchaban los gritos de su madre por toda la casa

Ella sabía que la señora se encontraba durmiendo en el sofá de la sala ya que el día anterior había vuelto tarde de aquellas cantinas que esta solía visitar, en pocas palabras, la señora se encontraba en estado de ebriedad por lo que apenas entró a su casa cayó rendida en su sofá

A aquella chica no le importaba en lo más mínimo el estado de su mamá, ¿por que le debería de importar alguien que solo la humillaba y maltrataba?

Al contrario, ella estaba feliz. Sabía que siempre que su mamá llegaba de esa forma ella tenía como 12 horas de tranquilidad hasta que su madre despertara. Si que la señora tenía sueño pesado

Para tratar de distraerse, se dirigió a su mueble y de este abrió un cajón sacando una foto de su difunto padre. Lo extrañaba mucho

Ella pensaba que si su padre seguía vivo tal vez las cosas serían diferentes para ella o tan siquiera ella sería feliz. Cerró sus ojos y abrazó la foto mientras una pequeña lágrima amenazaba con salir

Era su lugar seguro.

De pronto recordó la pequeña canción que su papá solía cantarle cuando ella apenas era pequeña

—yo te llevo dentro— comenzaba a cantar-hasta la raíz..— se imaginaba a su padre junto con ella, daría lo que fuera para revivir mínimo una vez más esos momentos

Ella sabía que su padre siempre estaría orgulloso de su hija, eso era lo que la motivaba a seguir adelante a pesar de los abusos de su cruel madre

Después de recordar aquella canción, se dispuso a pararse y dirigirse con mucho cuidado y silencio hacia la cocina

¿Por que con cuidado y silencio?. La cocina quedaba enfrente de la sala donde ahí estaba su ebria madre

Bajo las escaleras y apenas llegó a la cocina tomo lo primero que visualizó, unas galletas a medio comer. No lo pensó dos veces y las agarro con suma delicadeza y sin hacer ruido

Subió las escaleras y llegó a su cuarto, apenas entró le puso el seguro a su perilla para evitar que su madre la descubriera por si se despertara

Bajo su mirada y vio las galletas en mano, le parecía gracioso su acto de "vandalismo" pues era lo único emocionante que podía hacer ya que no la dejaban salir de su casa

Se estaba riendo. Estaba un poco feliz y tranquila, sabía que tenía demasiado tiempo hasta que su madre despertara...
———————

El joven madrigal abría sus ojos de poco a poco, no se encontraba cansado ni se había despertado sudado o nervioso

Esta vez aquel "sueño" era tranquilo, algo raro para el ya que normalmente se despertaba a mitad de la madrugada por su pesadillas

Pero tampoco era la primera vez que tenía un sueño tranquilo, muy raras veces pasaba que en sus sueños no había llantos o gritos de dolor. Eso le gustaba

Se levantó de su gran cama y se dirigió al baño, estaba relajado. Sabía que ese día era un sábado por lo cual no tenía ni un pendiente que hacer, además, había despertado de buen humor

Un madrigal igual merece descansar

Se metió en su ducha y ahí duro como unas 2 horas, quería estar tranquilo pues sabía que apenas pasara el fin de semana volvería a retomar sus cansadas actividades

El joven solo suspiro y hundió todo su cuerpo menos su cabeza en aquella bañera

— hoy es un buen día para hacer... nada. —cerro sus ojos y se siguió relajando
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—mamá— la mencionada volteó a verla- Camilo lleva teniendo estas pesadillas desde que recibió su don- se le notaba la preocupación en su voz- no sabes lo que signifique..?

—pepa, Camilo debe darse cuenta por si solo-dijo, puso su mano en el hombro de su querida hija —yo no sé el porqué de sus pesadillas.—decía en un tono calmado

Mentía

Ella sabía exactamente porqué Camilo tenía esa secuela de sueños, sin embargo, no se iba a interponer, el madrigal debía averiguar por si solo el porqué le pasaba todo eso

La señora Alma tampoco le iba decir a su hija la razón de eso, ella pensaba que si se lo decía, su hija iba a contárselo a Camilo.

No es como si no le tuviera confianza a su familia, solo que ella sabía que si le decía a alguien el porqué el madrigal tenía esos sueños; podrían interferir con su futuro

Eso no quería ella, ya no iba a volver a cometer un error como arreglar compromisos o explotar a su familia. Ya no, ella había cambiado

—las cosas pasan por algo .— volteó a ver a su hija que tenía un semblante de preocupación —todo a su tiempo. — junto sus manos junto con los de ella para brindarle aquel sentimiento de paz

Pepa solo asintió para luego abrazar a su madre, obviamente no le gustaba ver a su hijo de 16 años despertarse a altas horas de la madrugada y como se le encontraba notoriamente asustado

Ella quería lo mejor para su hijo pero eso si, debía dejar que las cosas fluyan con normalidad

En otro lado de aquel gran mundo, exactamente en México, se encontraba una joven admirando la foto de su padre. Eso la hacía feliz

Volteó la foto para ver lo escrito que tenía esta en la parte de atrás

"Nunca dejes de brillar mi querida _____"

_____, ese era su nombre

La joven ya se encontraba cansada, tanto llorar y cantar ya la había agotado, además de que solo podía estar encerrada en su habitación sin poder hacer nada. Muy aburrido para cualquiera

Cerró sus ojos logrando alcanzar el sueño y así poder dormir a gusto antes de que su madre despertara

Logró dormirse

Lo que no sabe es que algo le esperaría. No era malo, pero tampoco había que cantar victoria tan rápido...

𝐇𝐞𝐫 𝐯𝐨𝐢𝐜𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora