3.0

269 30 7
                                    

-¿Harry?-dije entrando a su habitación silenciosamente-¿estás dormido?

-No-contestó el simplemente.

Me acerqué a su cama a través de la oscuridad, intentando no chocarme con ningún mueble. Al llegar me tumbé en el lado izquierdo, a su lado, y me giré para quedarme cara a cara con él.

-¿Estás bien?-pregunté.

-No, no lo estoy.

-¿Por qué?

-Bethany, lo sabes perfectamente.

-Quiero que hables conmigo, Harry. Decir cómo te sientes te hará sentir mejor.

-Está bien. Me siento cómo una mierda, Beth. He mentido a mi familia, les he abandonado sin despedirme, sin ninguna explicación. ¿Y cuándo voy a volver a verles? Ni si quiera lo sé, por que me he metido en un mundo de mierda del que no puedo salir, y en el que te pongo en peligro a tí y a ellos. Además, tengo que quedarme en la casa de un tio que no me cae bien y que hizo daño a mi mejor amiga. ¿Cómo resumir todo eso en un sentimiento?

-Harry... vas a volver a ver a tu familia, y vas a volver a Australia, te lo prometo.

-No puedes prometer algo así, de verdad que no sabes en que clase de mundo estoy metido.

-Sí, si que lo se. Y voy a ayudarte, por que eres mi mejor amigo, casi como un hermano para mí. No voy a dejarte solo en esto.

-Sé que estás haciendo todo lo que puedes-dijo él acariciándome el pelo-pero esto es algo que sobrepasa incluso tus límites.

-Confía en mí-respondí dedicándole una intensa mirada-yo se que puedo hacerlo, y tú deberías intentar confiar en mí también.

-Confío en ti, en quién no confío es en la mafia.

-Oh venga, no es para tanto. Tranquilo. ¿Qué tal si me quedo aquí a dormir contigo?

-Sí, no estaría nada mal-contestó el divertido.

Dicho esto me coloqué de una forma más cómoda pegando mi cuerpo con el suyo, mientras el me abrazaba por la espalda. Y poco a poco me quedé dormida, pensando en cuantas noches había pasado así con mi mejor amigo, cuándo tenía un mal día o simplemente cuándo necesitaba estar con alguien para no sentirme tan sola. Realmente Harry era de lo mejor que tenía, y eso era algo que nadie iba apoder cambiar nunca.

xxxxxx

-Buenos días-saludó James en cuánto aparecí por la puerta.

-Hey-contesté simplemente.-¿que haces levantado tan temprano?

-No podía dormir, supongo. Me pasa bastante. Además, tengo que estudiar, mejor aprovechar más horas, ¿no?

-Sí, eso está bien-me encogí de hombros mientras me dirigía a la cocina-¿has desayunado?

-No, aún no.

-¿Vienes?-cuestioné mirándole desde el marco de la puerta de la cocina-quiero decir, podríamos hablar un rato.

-Sí, claro-contestó animado.

James colocó el ordenador portátil que se encontraba apoyado en sus piernas a un lado del sofá mientras se levantaba para acompañarme a la cocina. Sonreí al recordar la primera vez que desayunamos juntos, un fin de semana en el que sus padres se fueron de viaje de negocios y me quedé a dormir en su casa mientras mis padres pensaban que estaba con Alice. Además, fue mi primera vez. Estaba tan nerviosa que incluso rompí el cabecero. Puede parecer increíble, pero es cierto.

-¿En que piensas?-James me dedicó una mirada curiosa mientras se acercaba al frigorífico.

-No... no era nada, tranquilo. ¿Que tienes para desayunar?

Alive | Louis TomlinsonWhere stories live. Discover now