𝐸𝑙 𝐼𝑑𝑖𝑜𝑡𝑎 𝐷𝑒 𝑀𝑖 𝐽𝑒𝑓𝑒 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}

⛓️CAPÍTULO 03⛓️

— No puedo creer lo — Mi madre dice feliz. —

Acababa de regresar del trabajo y cuando llegue mi madre me estuvo preguntando de ayer de ¿A qué hora llegue? Y ¿Dónde estaba? Y como soy tan buena le conté todo, ella solo me escuchaba y ponía una sonrisa de niña chiquita cuando le dan un unicornio de peluche.

Le conté lo del Súper y cuando estuve en la oficina de Aidan. Venía agotada del trabajo hoy había hecho muchas cosas que solo quería llegar a casa, tomar una ducha con agua muy caliente y tirarme en mi cama.

Pero mi madre me tiene aquí sentada y con unos sándwiches de Nutella,

— ¿Que?

— Que tu jefe es tan joven y guapo y no ruco eh amargado.

Solté una carcajada, se ve que es mi madre y que no fui adoptada.

Negué con la cabeza aun riendo, me paro del sofá.

— Yo eso pensé el primer día que iba a conocer a mi jefe — La miro — Pero me salió al revés la cosa.

Fui a la cocina por un poco de jugo de durazno, hoy era jueves y ya estaba deseando que fuera viernes, el trabajo es muy agotador, pero pagan bien según lo que me había dicho Jaeden mi sueldo es de $2,000 pero ayer que me pagaron y fui a sacar dinero del cajero tenía $20,000 dólares algo estaba mal, algo y no tuve oportunidad de preguntar le al señor Aidan por qué siempre que lo intentaba o decía que tenía asuntos pendientes que atender o que estaba muy ocupado como para que lo atacará con preguntas.

A sí que, si hoy no obtuve respuesta, pero mañana estoy segura que las tendré.

— T/n.

Me doy la vuelta para ver a mi madre que el vaso cae de mis manos, mi corazón latía muy rápido mis ojos se agrandaron y corrí a donde estaba ella, la tomo entre mis brazos hincada en el suelo.

— ¡Mamá! ¡Mamá! — Le grito una y otra vez, pero nada —

Su rostro estaba pálido que el miedo aumento más de lo que ya estaba, saco mi celular de mi bolsillo del pantalón y llamé a urgencias.

Pasó unos minutos hasta que alguien llama a la puerta con cuidado dejo recostada el cuerpo de mi madre, me levanto del suelo y corro a abrir la puerta.

— ¿Dónde está? — Pregunta un hombre vestido de paramédico. —

— En la cocina.

Entra el con otras dos personas con una camilla, fui a la cocina y ahí estaban atendiéndola.

— Su pulso está bajo — Dice una mujer. —

— Tenemos que llevárnosla y rápido.

Mis manos estaban temblando y tenía unas inmensas ganas de llorar por que tan solo tener la idea de perderla me asustaba.

Rápido salen del departamento y yo le pongo llave a la puerta bajamos por las escaleras que ya afuera nos estaba esperando la ambulancia. Había gente viendo lo que estaba pasando.

Yo me encontraba perdida no le quitaba la vista a mi madre ni por un segundo.

— ¡T/n!

Escuché que alguien me grito, pero no hice caso, subí al carro y tomamos marcha al hospital.

Los paramédicos estaban pasando instrumentos médicos para checando a mi madre, ella se veía pálida en el monitor sus latidos eran bajos y eso me asustaba mucha.