Unmei [Honghwa]

Un nuevo despertar

La alarma sonó como de costumbre.

El sonido tan desesperante y estresante no dejaría de sonar a menos de que estirara su mano para detenerlo, pero sinceramente era lo que menos quería hacer.
Odiaba levantarse tan temprano para trabajar, pero si no lo hacía, posiblemente recibiría sermones por parte de su...

—¡Momento!—Se levantó frenético cierto peliazul al escuchar los sonidos tan desesperantes de su alarma.
Su corazón latía rápidamente y sintió un ligero mareo al levantarse de golpe.
Miró su calendario y casi se va para atrás cuando vió la fecha.
La fecha exacta del día de ¿ayer?
No comprendía nada, entonces todo había sido un sueño muy extraño...¿o quizá un deja vu?
Su cita con Seonghwa, la sombra de dragón
, su deseo...
¿De verdad había funcionado o solo fue un simple sueño loco más?
Buscó por todo su cuarto si había rastro de su gatito, sin embargo el animal peludo no se encontraba por ningún lado.

Así que todo era real...

Nero se había ido al fin, su propósito como Dios ya se había cumplido, así que realmente todo había ocurrido...

Rápidamente se levantó de la cama y se vistió, quedándose unos segundos parado frente a su espejo, mirándose detalladamente.
Tocó sus mejillas, su cabello y se detuvo en los ojos. ¿Realmente lo de ayer había sido real?, por su mente no dejaban de divagar esas imágenes tan grotescas. Demasiado reales para haber sido un simple sueño, claro está.
Por otro lado si su deseo se había cumplido tendría que apresurarse y llegar a donde Seonghwa, realmente no tenía un plan a seguir, pero al menos estaba seguro de que tenía que llevarlo lo más lejos del muelle posible, y si tenía oportunidad, encerrarlo en casa y no dejarlo salir, al menos hasta que el día terminara y estuviera completamente seguro de que el pelirosa esté a salvo.
Suspiró con decisión y bajó las escaleras como un rayo, dirigiéndose a su área de trabajo.

Como si de un deja vu se tratase, el día fluía exactamente igual a lo que había vivido antes, pero vaya sorpresa se llevó al notar que dentro de la cafetería en donde en teoría, su novio debía estar, se encontraban unas tres personas completamente desconocidas.

Entró con mucha confianza al establecimiento, con la esperanza de que su novio pelirosa se encontrase en el almacén revisando el inventario, pero lo único que recibió fueron sermones y regaños por parte de los empleados por entrar a áreas restringidas para clientes, y el pobre Hongjoong, sin la oportunidad de explicar la situación o tan si quiera abrir la boca, fue echado del lugar casi a patadas, sintiendo una enorme confusión y extrañeza. ¿Lo acababan de echar de su propio empleo? Y segundo, ¿dónde estaba Seonghwa?
Comenzaba a temer de su propio deseo, ¿y si lo había pedido mal y en realidad lo único que ocurrió fue que su vista se restauró? No podía ser así, según él había sido lo suficientemente preciso con su deseo, Seonghwa debería estar en cualquier lugar, de eso debía estar seguro, pero tristemente buscó por unas cuatro horas en todos los lugares en los que sabía que se podría encontrar y no obtuvo resultado alguno.
Buscó en los parques, en las pizzerías a las que frecuentaban e incluso fue hasta su heladería favorita, recibiendo el mismo resultado, así que, con esperanza y certeza de volver a buscarlo después, fue a casa y se encontró en la puerta con su madre, mirándole con el ceño fruncido y de brazos cruzados.

—¿Hola?—Saludó casualmente Hongjoong, con un rostro confundido e intentado deducir el porqué el semblante tan molesto de su madre.

—¿Acaso viste la hora?, vas al menos una hora tarde a tu primer día de escuela. Pensé que habías salido temprano pero vi tu uniforme en el mismo lugar en donde lo dejé anoche. ¿Dónde estabas?

Un momento.
¿Escuela?
Hongjoong ni si quiera iba a la escuela.

Confundido, entró a casa y fue directo a la sala, en donde casi se le para el corazón al ver aquel uniforme tan finamente planchado; un saco de color vino con detalles dorados, unos pantalones grises y aquel brillante logo que hizo que sus ojos se agrandaran como si de un par de platos se tratasen.