capítulo 2

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15 años antes

Ese día en aquella habitación, los presentes andaban de un lado a otro. Las tazas de té sobre la mesa seguían intactas, nadie se sentía de humor como para sentarse a la mesa con toda la tranquilidad, no después de lo sucedido. Algunos de ellos aún seguían en shock, la noticia había sido tan dura que las ganas de romper en llanto seguían presentes, pero tenían un asunto urgente que tratar.

— ¿Qué haremos con ella? —Sirius Black suelta la pregunta al aire con notoria ansiedad, nadie se apresura a responder.

— Lo mejor será mandarla a un orfanato. —Peter Pettigrew toma la palabra, ganándose la mirada de todos— Es lo mejor para ella y para todos.

Lily Potter se muerde las uñas con nerviosismo, sus pies golpean el suelo una y otra vez hasta que siente la mano de su esposo en su espalda para calmarla.

— No tiene que ser así, debe haber algún familiar. —dice Remus, esforzándose por encontrar la mejor solución que sea buena para la pequeña involucrada.

— No hay nadie. —informa Lily, quien es la que tiene más información al respecto— Los padres de William murieron cuando tenía dieciséis años, y Susan se alejo de su familia poco antes de casarse. Ni siquiera saben que tuvieron una bebé.

— Oh, eso es perfecto. —dice Peter con frustración.

James Potter toma la palabra, empezando a sentirse molesto por los comentarios de su amigo que no ayudaban en nada.

— Ya basta. Sus padres eran miembros de la orden, eran nuestros amigos, no podemos simplemente abandonarla a su suerte.

Todos los presentes guardan silencio. Sirius sirve vino en su copa por segunda vez para ayudarse a mantener la calma, Peter se cruza de brazos y Remus se mantiene pensativo por un largo rato.

— Aunque no me agrade la idea, si nadie se puede hacer cargo de ella, sólo quedará esa opción.

Entre el silencio, unos quejidos resonaron entre las cuatro paredes acompañado de un llanto. Remus fue el primero en apresurarse a llegar hasta la cuna. La bebé de apenas seis meses se removía entre sus mantas con ansias de ser levantada. Sus ojos de posaron sobre el hombre que se asomaba sin saber muy bien que hacer, miro a sus amigos en busca de ayuda y la única en animarlo a sostenerla fue la pelirroja.

Con las manos temblorosas tomo el pequeño cuerpo como si tuviese miedo de lastimarla. La bebé sólo necesito unos minutos para calmarse, sus miradas de encontraron creando una conexión instantánea. En un pequeño y sutil movimiento, tomo el dedo índice de Remus entre su pequeña mano apretándolo con las pocas fuerzas que tenía. Sólo así pudo quedarse dormida nuevamente.

— Yo lo haré. —Remus habló con  determinación, sin poder despegar su mirada de la niña, una sonrisa se dibujo cuando la vio removerse en sus brazos. Estaba totalmente perdido por ella.

— Por favor, ¿tú haciéndote cargo de un bebé? —se pronunció Pettigrew con escepticismo.

— Yo creo que puede hacerlo. —Lily Potter fue la primera en darle un voto de confianza.— Además, parece que a ella le agrada.

Sirius y James se acercaron a él, tomándole de los hombros en señal de apoyo incondicional.

— Buena suerte, amigo.

La pequeña soltó un pequeño llanto cuando intento recostarla de nuevo en su cuna. Remus asustado volvió a cargarla e inmediatamente se acurruco en su pecho, como pidiendo protección.

— No te preocupes, ahora yo cuidaré de ti.

Ya habían pasado dieciséis años desde aquel día. Juliet siempre supo su origen, sabía quiénes eran sus verdaderos padres porque Remus se aseguro de hablarle de ellos cuando tuvo la edad suficiente para comprenderlo.

𝐁𝐫𝐢𝐧𝐠 𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐥𝐢𝐟𝐞Where stories live. Discover now