¡pareja heterosexual de idols! pueden cambiarlo para su guión.
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Prometí no volverme a hablar con él después de la discusión que tuvimos ayer, pero él iba a ir a una cena de empresa, y ya que era importante decidí acompañarlo. Decidí llevar un vestido corto rojo y bastante apretado, resaltando mis curvas y mis piernas.
Una vez que llegamos y saludamos a varios altos cargos de la empresa, nos sentamos en una mesa bastante larga con forma de u.
Pensaba que me iba a dormir del aburrimiento, iba a ser una cena muy larga creía yo, hasta que una de las manos de mi pareja se colocó sobre mi muslo, podría ignorarlo por completo, pero ya que todavía no habiamos hecho las paces, rechazé sus manos varias veces y continué una conversación con la persona que tenía a mi otro lado.
Él al ver que ya no estaba prestando atención, aprovechó para poner su mano justo en mi entrepierna, para lentamente introducir dos dedos a la vez, entrando y haciendo círculos. La única reacción que tuve fue un golpe a la mesa, todos se giraron a ver que ocurría y me sentía demasiado avergonzada, estaba intentado reprimir todo el placer que se me estaba acumulando.
—Sólo me ha dado un calambre en el brazo, no se preocupen. —todos volvieron a sus conversaciones normales otra vez después de mi explicación.
Con una sonrisa satisfecha, él agarró su vaso y lo bebió con la otra mano, mientras debajo del mantel, la otra me masturbaba.
Intenté abrir un poco más las piernas, pero era imposible, había otra persona al lado y no quería que nadie se diera cuenta, no aguantaba más.
—¿Qué mierdas haces? No ves que estamos en una cena, con unas 100 personas más en la mesa?
—No he venido aquí para discutir contigo, no me gusta que te enfades. —este aprovechó para deslizar otro dedo, haciendo que mis ojos se quedaran en blanco. No sabía cuanto tiempo podría aguantar sin correrme.
—Vamos al baño, por favor. —la rapidez con la que movía sus dedos era aún mayor.
—Dime amor, que necesitas, ¿que te dé contra los espejos? —Respondió él. —No se diga más.
—Disculpen, pero mi novia no se encuentra bien, la voy a acompañar al servicio, ahora volvemos. —se excusó a varios de sus jefes que estaban al otro lado de la mesa, quitó sus dedos de dentro mío y me agarró la mano para ir lo mas rápido al baño.
Tan pronto como cierro la puerta, sus se posan en todas las partes posibles de mi cuerpo, comienza a comerme lentamente la boca y todos mis pensamientos salen directamente de la cabeza del equipo, mi mente se queda en blanco totalmente por la sensación del cuerpo de mi pareja contra el mío.
Segundos después separa sus labios de los míos, agarra mis caderas y me sienta al lado del lavabo, noto como mis muslos se erizan por la repentina sensación de frío, vuelve a besarme y apenas hay espacio para jadear en la boca del otro.
Esta vez soy yo la que me separo y me bajo después de unos minutos, para apoyarle a él contra el mármol y rápidamente desabrocharle los pantalones.
Él no necesita que se lo digan dos veces, inmediatamente se coloca y se baja su ropa interior. Lo miro y sus ojos están negros, sin dejar rastro de color, su mirada me envía un escalofrío por la columna vertebral.
Me inclino y comienzo a darle besos calientes y húmedos a lo largo de la temblorosa parte interna de su muslo, subiendo cada vez más hasta que me acerco. Ya está muy duro, dolorido y desesperado, por lo que me relamo los labios y envuelvo mi mano alrededor de él mientras comienzo a bombear su miembro.
Mi mano detiene su lento movimiento, y mi boca se acerca aún más pero sin rozar. Él sólo se queja.
—Dime lo que quieres, cariño. —le dije. No puedo dártelo si no me dices qué es.
Mi tono dominante hace que sus interiores se retuerzan. Estaba temblando.
—Por favor. —suspiró. —Mete toda tu boca. —soltó un gemido bajo y tomó un puñado de mi largo pelo, empujándolo a donde lo necesitaba.
—Necesito tu boca. —se las arregla para decir.
Me reí suavemente, mis labios mojados se deslizaron por toda su polla hasta que golpeo la parte posterior de mi garganta. Mi pareja se ahogó un gemido y toda su fuerza se aferró a mi pelo, tirándolo y manteniéndolo fuera de mi cara, no es que me importe mucho.
Su miembro volvía y volvía a golpear la parte posterior de mi garganta durante más tiempo del estrictamente necesario para respirar, pero me daba exactamente igual, ver su cara de placer era lo único que me importaba ahora. Después de notar su líquido en mi boca, lo tragué mirándole a los ojos para luego sacarlo de mi boca, una cadena de saliva seguía uniendo mis labios rosados e hinchados a su pelvis.
(...)
Los dos volvimos de la mano, con una sonrisa, todos me preguntaron que si estaba mejor...no iba a mentir, después de esto no podría estar mejor.
Cuando me volví a sentar, crucé miradas con un amigo de mi novio, este me miró de una manera muy rara, por lo que le respondí con una mueca en mi cara.
—¿Qué ocurre Jongin, tengo algo en la cara o qué?
Él sonrió y miró hacia otro lado, Jihyo, Jeongyeon y Nayeon, también me estaban mirando de la misma manera. No entendía nada.
—Toma mi bufanda, para taparlo. —Jeongyeon agarró su bufanda y me la dejó con una sonrisa.
—No entiendo, ¿tengo algo? —pregunté confundida, para después sacar mi celular y notar un gran chupetón en mi cuello, mi cara se volvió como un tomate y solo pude agradecer a la chica sentada al lado mío.
—Gracias, te amo. —la sonreí para luego girarme a ver a mi pareja. Le pellizque el brazo de, por lo que el se quejó. —Juro que te mato. —bromeé
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Yo cuando tengo que escribir algo romántico: 😴😴 Yo cuando tengo que pensar en escribir la cosa más sucia del universo:
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