¡pareja homosexual! pueden cambiarlo para su guión.
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Eran las doce y media de la noche y no me podía dormir, llevaba dando vueltas en la cama una media hora y era imposible conciliar el sueño.
Iba a levantarme a por una pastilla para poder dormir cuando de repente escuché un ruido, era mi pareja parecía que estaba teniendo una pesadilla, por lo que le agarré de la cintura para abrazarlo y le susurré al oído que estaba a su lado, y que no tuviera miedo, pero veo que suelta un gemido.
—¿Qué? ¿Pero no estaba teniendo una pesadilla?— pensé para mi misma.
Me di cuenta que estaba teniendo un sueño húmedo, ya que de repente estaba gimiendo mi nombre, recordé que en una ocasión me había dicho que no le importaba si le tocaba cuando estaba durmiendo, entonces aproveché para bajar mi mano por su abdomen hasta llegar hasta abajo, empecé haciendo movimientos suaves, para luego ir más rápido, ya quería que él despertara, pero se veía demasiado bien ahora mismo, sonrojado, gimiendo mi nombre, y todo esto dormido.
Después de unos minutos, quité mi mano y empecé a dejar chupetones por todo su cuello, después por sus cadera hasta llegar a sus piernas, donde me paré, iba a bajarle su pantalón pero de repente una mano me detiene.
—¿Que haces?— Preguntó, se ve que se había despertado, por lo que me subí a su altura y le respondí
—¿Y que hacías tú en ese sueño?
Se sonrojó inmediatamente. —Ya sabes perfectamente lo que estaba haciendo, ahora, si me permites me apetece a mi tomar el control.
Sonreí con picardía y me recosté a su lado, esperando a ver qué tenía en mente. Se incorporó un poco, sus ojos aún entrecerrados por el sueño, pero con una chispa traviesa. Con un movimiento decidido, deslizó suavemente mis manos por encima de mi cabeza y sujetó mis muñecas. Inclinándose sobre mí, comenzó a besarme lentamente, sus labios explorando cada rincón de mi boca. Su lengua se movía con una cadencia que me hacía estremecer, mientras su cuerpo se acomodaba entre mis piernas.
El calor de su piel contra la mía, combinado con la urgencia de sus movimientos, encendió una llama en mi interior. Él me miró directamente a los ojos, su respiración acelerada, y me susurró al oído: —Ahora, déjame mostrarte lo que realmente querías hacerme en tu sueño.
Sin soltar mis muñecas, comenzó a bajar sus besos por mi cuello, deteniéndose ocasionalmente para morder suavemente, dejando un rastro de sensaciones ardientes en su camino. La anticipación se acumulaba en mi pecho, y sentí como mi cuerpo respondía a cada toque, a cada caricia, perdiéndome completamente en el placer de aquella noche.
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VOLVIII ❤️🔥❤️🔥 disculpad, es muy corto pero tengo muchos exámenes y la ebau y bla bla bla pero bueno.
