Perdido sin ti

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Una vez que estuve dentro del despacho junto con Madame De La Rochelle, la amable dama me recibió con su habitual cordialidad y cariño maternal, al mismo tiempo que me invitaba a tomar asiento y a relatarle las aventuras que había vivido en las lejanas tierras griegas, así como la razón por la cual había adelantado mi regreso.
Mi corazón se aceleró ante las palabras de la mujer, y volvió a sentir una punzada de dolor al rememorar la amarga decepción que había sufrido, al igual que las desdichas por las que me había tocado transcurrir durante mi estadía. Rápidamente pensé en que debía ocultar a como diera lugar el tema de la decepción romántica y de mi corazón roto; no quería entristecer a la amable dama que tanto cariño me tenía, no valía la pena. Por eso me propuse mantener la fachada de una joven alegre que tenía como principal prioridad su trabajo. Compuse mi voz y comencé con mi relato; algo acotado, naturalmente: con voz que no dejaba entrever emoción alguna, relaté vagamente cómo había llegado a Grecia, dónde me había alojado, el incidente del robo del que había sido víctima en la misma posada en la cual me hospedaba, y por lo cual me había visto en la necesidad de trabajar de mesera en ese sitio para pagar mi estadía y además reponer el dinero que Madame De La Rochelle me había dado para solventar mis gastos. La expresión del rostro de la mujer entrada en años reflejaba la congoja y la tristeza que le producía el escuchar que había tenido que atravesar por tantas situaciones penosas en ese viaje al que había ido tan ilusionada por todo lo que representaba para mí y para mí trabajo, y tomó mi mano entre las suyas para proporcionarme un consuelo ante las adversidades a las que me había enfrentado. Obviamente no mencioné que luego de aquel incidente del robo del dinero, había aceptado el ofrecimiento de un caballero perteneciente a una orden militar similar a los Templarios, para hospedarme en el edificio que podría considerarse como una especie de cuartel, y que allí me había ido mucho peor; sólo me limité a mencionar que había sufrido un accidente y que había tenido una larga recuperación. La mujer dejó escapar un grito ahogado, tras lo cual se levantó de su asiento y se acercó a mí para estrecharme en un fuerte abrazo.

_¡Oh Mon Dieu! ¡Pobrecilla criatura! ¡Gracias a Dios que ya estás aquí y que te encuentras con bien! No te preocupes querida, te ayudaré a superar todos esos malos recuerdos, y ¿qué mejor para comenzar con eso que poniendo manos a la obra en tu proyecto?_ , dijo Madame De La Rochelle mientras tomaba los bocetos y los miraba con suma atención, estudiando cada detalle de los diseños.

_¡Est' ce manifique! ¡Tienes un gran talento Fluorite! Estoy absolutamente encantada con tus diseños, y tienes mi apoyo total para comenzar con la confección de una nueva colección de indumentaria femenina; desde hoy serás la diseñadora principal de esta casa de modas, y como tal puedes elegir a las costureras que te ayudarán a confeccionar las prendas_ , exclamó la mujer entusiasmada, al mismo tiempo que continuaba estudiando los diferentes modelos, para luego poner toda su atención en uno de los bocetos.
Al acercarme a ella, pude notar que ése era el diseño que había realizado la noche anterior, cuando las pesadillas me acechaban; sonreí para mis adentros con satisfacción, pues lo que había anticipado finalmente se estaba cumpliendo. La dueña de la casa de modas esbozó una ancha sonrisa que remarcó sus mejillas regordetas, y que mostraba la fascinación que le producía la contemplación de ese modelo en particular. Sus ojos brillaban con una especie de chispa muy particular, lo que era común de observar en ella cada vez que tenía una idea, por lo que al darme cuenta de eso, supe que la dueña de aquella casa de modas había ideado algo importante para su negocio, y era evidente que involucraba ese boceto, tan diferente a los demás que realicé. Sonreí para mis adentros con satisfacción, pues una de las metas que secretamente había acariciado, se cumplía tal y como lo había soñado alguna vez. Agradecí a Dios por haberme otorgado esta oportunidad de progresar de mi trabajo, y también dí las gracias a la mujer que estaba poniendo en mis manos esta maravillosa tarea que estaba más que encantada de llevar a cabo, y que por supuesto, quería comenzar cuanto antes.

Y llegaste tú (COMPLETA)Where stories live. Discover now