Chicle/goma de máscar

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Narración general.

Desde que Emi y Aizawa se casaron las cosas no habían cambiado tanto, vivían juntos desde hace ya unos meses antes de contraer nupcias, ¿La razón? Digamos que el azabache no es bueno en la cocina...nada bueno. Y que él se quede solo, con hambre y sin ninguna comida instantánea no es buen augurio. El edificio no se puede quemar. Por lo tanto el que Emi hiciese las compras con el así, lo más seguro es que no tendrían dónde vivir, ellos y muchas más personas, las que en algún momento (si eso pasara) fueron sus vecinos.

— Recuérdame el ¿por qué estoy aquí? — dijo el joven azabache con fastidio, esa no era su semana de hacer compras.

— ¿Te recuerdo porque nos mudamos juntos? — el azabache palideció, dormir en esa banca del parque no fué nada cómoda, sin mencionar la pena que tuvo ese día cuando su novia lo encontró, sin las pocas cosas que había podido sacar de ese incendio.

— ¿Que más hace falta? — la pelimentosa río por lo bajo.

— Algunas botanas para prevenir esa última lucha de quién iría a comprarlas — el azabache recordaba esa pelea, estaba casi seguro de que ella hizo trampa.

— Bueno ve tu, yo veré unas cosas — su esposa sintió y fué al pasillo de frituras.

El joven buscó unas cervezas, el no podía vivir sin eso como su esposa no podía vivir sin...chicle...ella está en el pasillo de frituras y al frente el de dulces...dónde está el chicle. Dejó las latas rápidamente y se dispuso a buscar a su amada, si encontraba los chicles debían olvidarse del carrito de las compras que habían llenado luego de discusiones de cuáles eran más económicos y de buena calidad. Para Shota lo económico es su religión y para Emi lo de buena calidad es su prioridad.

— ¿Por qué le dejé el carrito? — se preguntó mientras la buscaba con desesperación.

No estaba en el pasillo de frituras, estaba en el de dulces, más específicamente, en dónde estaban los chicles. La menor (de los dos) veía todos lo chicles con financiación. El azabache se le acercó lo más rápido que pudo sin llegar a correr.

—  Emi, no — le reprendió como si tratara de un gato, muchos dirían que estaba mal hacerlo pero ella se ganaba ese trato se comportaba como un gato cuando se trataba de ese crea caries.

La pelimentosa permaneció en silencio, le veía arisca, solo le faltaba una cola encrespada, unos colmillos, unas orejas puntiagudas por encima de su cabeza bien atentas, garras y unos bigotes para parecer un legítimo mutante gatuno. Tomó una caja de chicles de sabor a fresa y los acercaba peligrosamente al carrito con intención de ponerlos dentro de este.

— Emi, no, dije no — la pelimentosa suspiró resignada, Shota creía que ese sería el fin de cualquier tipo de discusión que pudiese llamar la atención de que son pareja, a pesar de no vestir sus trajes de héroes Emi llamaba mucho la atención y el por desgracia también, eran reconocidos por una gran pelea en la cuál salió en las noticias, ambos destacaron por ese enfrentamiento dándoles a conocer quienes eran, bueno a Eraserhead ya que MS Joke solo se hizo más reconocida.

— Lo siento, pero no me dejas otra opción — dijo con lastima y bajando su cabeza ligeramente impidiéndole al su esposo ver su expresión, el no comprendía nada.

— ¿De que carajo estás hablando? — preguntó de forma brusca pero notablemente confundido.

Sin previo aviso la chica levantó su rostro, allí Shota comprendió todo, sou típica sonrisa no estaba, sus labios estaban curvados hacía abajo mordía su labio inferior el cuál temblaba, su nariz se pintó de un color rojo, de sus ojos verdes escurrían lágrimas gruesas las cuales resbalaban por sus mejillas hasta llegar a su mentón y de allí caer hacia su blusa blanca. El azabache palideció, poco le importaba lo que los demás pensaran sobre la en esos momentos, solo quería a su payasa sonriente de vuelta. Su expresión neutral se desquebrajo y un aura triste le rodeaba.

— Te odio — dijo rendido para abrazarla y esconder su rostro en su hueco del cuello — toma lo que quieras.

— Siempre funciona — susurró ella palmeando su fuerte espalda con dulzura — ufff — cerró los ojos y dejó escapar el aire que tenía.

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Fueron hasta el auto y la ayudó con los dos carritos de compras, uno lleno de las comida que habían elegido con arduo esfuerzo y mucha paciencia para no hacer una escena de pelea digna de La Rosa de Guadalupe en la tienda y otro lleno de chicles...odiaba esa maldita mirada que le dió allá adentro como si fuese un gatito que te encontraras en la calle, lo acariciaras y que te siga todo el camino hasta llegar a la casa y sabes que no te lo puedes quedar por x y por y razón y no sabes cómo decirle que no se puede quedar contigo...prácticamente lo mató así.

Amaba a su esposa pero estaba seguro que la actuación era más lo suyo que el mismo heroísmo.

— Manipuladora — susurró con recelo cruzado de brazos en el asiente del copiloto, aprovechó que estaba cerrado la guantera.

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Bueno hasta aquí el cap de hoy, quiero aclarar que no sé cómo se dice en sus países a la "goma de máscar" en mi país se dice "chicle" es lo mismo se los aclaró para que entiendan la lectura.

Gracias por todo su apoyo de verdad significa mucho para mí, y para los que les prometí hacer algún capítulo con alguna de sus ideas, esperen un poco, quiero entregar buenos capitulos no capitulos rematados con finales baratos (aunque ese es mi presupuesto XD) así que tarde o temprano (más tarde que temprano) les haré sus entregas se los prometo.

Sin nada más que decir, nos vemos pronto.

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