EL LADRÓN

2.- Alta mar

Años antes.

Seetiger

—Capitán, despierte—grita uno de la tripulación, para ser exactos Jerguet, mejor conocido como el encantador de sirenas.

—Enseguida Jerguet y dile a Lupim que quiero un café bien cargado, no me interesa sus escusas pero lo quiero a la de ya—respondo al abrir la puerta y pasar cerca de el.

—definitivamente estas de mal humor—responde suspirando—¿otra noche sin dormir?—responde y lanzo un gruñido de molestia.

—Ese estúpido sueño—respondo con molestia, asiente mientras se dirige a la cocina.

Otro día con ese estúpido sueño donde una chica grita mi nombre, una y otra vez, y lo más estúpido es despertarme justo cuando la chica se voltea para mirarme.

Eso me enfurece.

No alcanzo a ver su rostro y eso me frustra.

Acaso es un mal presagio, no puedo con este sueño.

—Creo que tengo que ir a una adivina, claro en la próxima isla—Jerguet asiente—este sueño, siento que quiere decirme algo—asiente.

—Si tiger, debes avanzar, ese sueño te genera mal humor—responde, para luego salir corriendo.

—Capitán, isla a la vista—grita Freddy desde arriba y asiento desganado, para ir a maniobrar el timón.

—Colisión en—responde Sargue—10— suspiro intentando maniobrar el timón, para evitar golpear el barco con algunas rocas—8—suspiro.

—Carter, arrojen ancla—grito al ver un espacio limpio en el mar.

—5— dice Cirius y lo miro intentando entender, donde quedó el siete y seis—3—Carter sonríe al escucharlo.

—Ancla lanzada—responde Carter con algo de risa, asiento, intentando no burlarme.

—2—sigue Cirius mientras esperamos que el barco se detenga —1—Termina y sonríe, los chicos lanzan una carcajada.

—Ciruis que paso con el 9, 7,6 y 4— solo lo ignora y me sonríe.

—se fueron volando con mi flojera— y todos se ríen mientras  niego.

Mi tripulación es unica—pienso

Aun recuerdo cuando fue mi primer viaje a la isla serpiente, en busca de la serpiente de oro, mi padre en ese viaje me llevó con tan solo cinco años y allí descubrí  que era tener adrenalina en las venas.

Once años despues conocí mi tripulación, todos éramos novatos menos Ciruis, el era la mano derecha de mi padre, antes de que el enfermara.

Esa es otra historia, sin esperar nada días después, comenzamos a sarpar hacia el horizonte en busca de la cura y libertad de mi padre.

Buscar la flor de loto perdida, es lo más frustrante.

—Atención tripulación a pedido de todos, nos iremos a esa isla de excursión y traigan todo lo que encuentren y lo que quieran—Grito para que todos escuchen y asienten emocionados.

Salen corriendo, disparados hacia los botes con remo, me detengo un poco ya que no eh escuchado a Cían.

—¡Ciruis!—grito deteniendo su paso—¿Sabes donde esta Cían?—niega y se apresura a huir.

>> ustedes  no van a ningún lado, respondo mientras Cirius, Reinol y Carlos me miran mal, mientras Jerguet sonríe—vayan a buscar a Cían, ¡Ahora!—Grito y los tres salen despavoridos.

—Cían esta durmiendo, si lo despiertan lo morderá y los sabes—dice Carter mientras se acerca sonriendo con Jerguet.

Una sonrisa se forma en mis labios—Esa es la idea—respondo y ellos lanzan una carcajada—Me tengo que vengar, de cuando lanzaron  al mar a la pobre chica, el tiburón la auyento—sonrió al recordalo, ese día no pude relajarme y  los gritos de la chica, no ayudaban, las risas de mi tripulación eran llena de burla.

—Me acuerdo, Ciruis fue el que hizo que Cían la lanzará —responde con carcajadas.

Asiento repetidas veces—te acuerdas cuando Carlos grito como niña al ver al tiburón cerca—respondo sonriendo y ellos se carcajean mientras tocan su estómago.

—Como olvidarlo, y cuando Reinol la estaba subiendo, pero la soltó cuando vio un cangrejo en su brazo de la chica—carcajeamos— quien diría que Reinol sería alérgico a las algas—Carcajeamos—Después pareció con su labio y todo inchado y nosotros preguntando que pasaba—Sonreímos.

—Hasta yo pense que se puso botox—responde Carter y lanzamos una carcajada.

—Botox natural, debe ser—responde Jerguet sonriendo y de pronto  escuchamos unos gritos seguido de ladridos.

—Cían desperto—respondo mientras sonrió al verlos corriendo a mi dirección.

Cían se apresura y muerde el trasero de Carlos mientras que el se detiene y grita en busca de nuestra ayuda, por otro lado Ciruis se cae, al tropezar con una soga y su cara va a parar en la cubeta de desperdicios, Carlos se golpea la frente con el palo de las velas, mientras mira atrás.

Por otro lado nosotros nos carcajeamos y Cían al escucharnos, para sus orejas y suelta a Carlos, mientras el se cae al suelo y se retuerce por el dolor, Cían viene hacia mi, como si no haya echo nada.