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Caminando hacia la puerta, casi podía sentir su corazón golpear su pecho. Miles de imágenes se cruzaron por su mente y todas con un solo protagonista.

Quizás parado afuera con un ramo de rosas, o arrodillado, o solo de pie.

Sentimientos contrarios nacieron en Beomgyu. Deseaba y anhelaba a Yeonjun de vuelta, pero también estaba profundamente dolido y enojado.

Armándose de valor tomó el pomo de la puerta y la abrió con rapidez.

No había nadie afuera.

Confundido, sacó un poco el cuerpo para mirar a los lados.

Yeonjun si estaba ahí, pero estaba junto a la puerta, apoyado en la pared del pasillo, con las rodillas encogidas, los brazos sobre ellas y su cabeza descansando en sus antebrazos, aparentemente dormido.

Beomgyu salió completamente y juntó la puerta, luego se quedó mirando el pacífico cuerpo de Yeonjun mientras dormía.

Agachándose, estiró una mano para moverlo suavemente.

—Yeonjun —lo llamó con suavidad hasta que lo vió removerse en señal de que estaba despertando.

Yeonjun frotó sus ojos, estaba aún confundido.

—¿Qué se supone que haces?

—Estaba esperando.

—¿Qué esperas?

Beomgyu esperó a que el chico estirara sus huesos, sintiendo pena por lo incómodo y adolorido que lucía. Le pidió que se levantara pero Yeonjun lo interrumpió, contándole la razón de que esperara.

Al parecer, Yeonjun había ido a buscarlo, pero la puerta había sido abierta por Soobin -Beomgyu estaba en su quinto sueño-, habían hablado, y Soobin le dijo que si de verdad quería arreglar las cosas, que esperara a que la puerta fuera abierta otra vez.

Entonces comprendió la sonrisa y el plan de Soobin, que contenía la crueldad de dejar a Yeonjun dormir en el pasillo toda la noche.

Típico de Soobin. Beomgyu ni siquiera dudó de que esa fuera la verdad.

Sin saber bien qué decir, estiró una mano para tomar a Yeonjun del brazo y levantarlo.

—Estira despacio las piernas —ordenó suavemente.

Yeonjun obedeció sin más, y cuando al parecer estuvo un poco menos adolorido, dirigió su mirada a Beomgyu. Ambos incómodos por la situación y con mil preguntas en la cabeza.

Inseguridades, miedos, dolor.

Sin tener nada de experiencia en cuanto a noviazgos, decidió que solo haría lo que le parecía correcto.

—Ven, vamos por café.

Abrió la puerta de la casa y dejó a Yeonjun entrar primero.

Soobin estaba en el sillón de la sala, y no pareció ni un poco sorprendido de que entraran ambos, de hecho, parecía casi complacido.

—¿Qué habíamos dicho de dejar a las personas afuera? —Beomgyu regañó a Soobin apenas lo vió.

Su amigo respondió de memoria. — que no está bien.

Soobin no tenía una gota de arrepentimiento en el cuerpo. Beomgyu lo regaño un poquito con la mirada mientras su amigo dejaba la sala para ir a la habitación que compartían.

Estando solos, Beomgyu evadió cualquier tipo de conversación, dirigiéndose a la cocina, con la mente concentrada en café para Yeonjun.

Tomó la taza que era de él, porque sí, no había logrado botar nada de las cosas de Yeonjun, y tarareo despacio mientras se movía por la cocina.

everlasting - yeongyuWhere stories live. Discover now