Just, Say You'll Haunt Me

9. Pizza heart (Dexacio)

Un Dexacio super soft pasando su primer Valentine's Day juntos como novios, porque ambos son super cursis y románticos
(ʃƪ＾3＾) ♡

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No existe nada más dulce y empalagoso que vivir el primer amor con quien piensas es tu media naranja, excepto quizá pasar tu primer San Valentín a su lado sin importar si te da regalos, sin importar si no pueden costearse un viaje, sin importar que no tengan dinero suficiente; porque cuando se trata de pasar ese día con alguien que amas y es recíproco, simplemente nada más importa.

Al menos así era para Horacio, un muchacho de 19 años que acababa de hacerse novio, hacía unos meses, de un motero de cabellos negros y ojos celestes como el mismo cielo. Desde primer momento en que se conocieron y sus miradas conectaron, su corazones se pertenecieron, un flechazo dirían algunos o amor a primera vista dirían otros. Lo de ellos fue puro magnetismo, una sincronización inesperada del tiempo y espacio que deparaba su encuentro, predestinados a estar juntos.

En el tiempo que llevaban juntos se notaba a millas la naturalidad con la que fluía el cariño entre ambos. Dex amaba amar a Horacio, para él era su inspiración de ser mejor cada día, aquel chiquillo de estilo extravagante se robaba su aliento cada que lo iba a buscar al taller en el que trabajaba.

Su pedacito de cielo, como él le llamaba, había llegado a su vida en el momento que más necesitaba de esa compañía tan jocosa y se lo retribuiria como él sabía hacerlo, consintiendo cada uno de sus caprichos en la medida de sus posibilidades. Le encantaba engreirle, adularle y llenarle de tiernos besos en sus redondeados mofletes.

Le había mal acostumbrado a llevarle siempre un dulce cada vez que quedaban de verse "un dulce para mi chico dulce" Una frase que puede ser muy cursi pero intencional para ver la boba sonrisa que se dibujaba en aquel bello rostro de su tierno novio.

Muchas veces era difícil para ellos verse seguido, pues el de cresta aún temía del que dirán, en especial por su hermano Gustabo, y aunque Dex accedió en un inicio a mantener todo en discreción, no pudo evitar planear algo especial para el día que se avecinaba.

El pelinegro pertenecía a una banda de moteros en Paleto, por eso mismo trabaja en el taller de ellos mismos reparando motos así que realmente no ganaba mucho dinero, por lo que según él, "no podía darle todo lo que merecía el dueño de su corazón"

- Hey, muchacho y ya sabes que le regalarás a tu noviecito el 14? O te quedaste sin pasta por estar todo el tiempo comprándole cosas? - el jefe del taller le habló mientras el muchacho terminaba de cambiar el aceite de motor.

- Eh? No lo sé, el otro día vió unos pendientes que le gustaron mucho pero con lo que gano necesitaría ahorrar unos cuántos meses más. - respondió con la mirada decaída - Aunque igual y no nos vemos, por lo de su hermano y tal.

- No me jodas que aún no se lo dice al rubito amargado ese.

- ... - Dex solo agachó la cabeza en resignación y negó.

- Bueno muchacho, siempre hay soluciones y aquí somos tu familia, te podemos ayudar.

- Y, harían eso por mí, en serio - preguntó con una leve sonrisa de ilusión.

- Claro que sí, de hecho tengo una idea...

Horacio en ese momento trabajaba en una tienda de ropa de segunda mano donde no le pagan casi nada puesto que las ventas no iban bien; sin embargo, si juntaba eso con el dinero que traía su hermano podían permitirse un piso pequeño y decente donde vivir.