Capítulo 11. Más allá de la distancia

1.9K 208 55
                                    

Una vez finalizada la clase, me despedí de mis amigos y salí del salón, pero pronto escuché pasos que me seguían, lo que me hizo detenerme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una vez finalizada la clase, me despedí de mis amigos y salí del salón, pero pronto escuché pasos que me seguían, lo que me hizo detenerme.

—Ey, Ethan —la voz de Gwen sonó a mi espalda, así que me di la vuelta.

—¿Qué pasa? —Pregunté, algo desconcertado.

—¿Está todo bien? —Me preguntó ella.

—Eso mismo debería preguntarte yo. ¿Por qué?

—Hoy Damon vino a verte.

—¿A mí?

—Sí, te buscó en el salón cuando estabas en el baño.

¿Debería ir a verlo?

—Ah, gracias, después lo busco —sonreí y continué caminando, pero ella me detuvo.

—Espera —alzó la mano, pareció querer decir algo y luego se arrepintió.

—¿Qué ocurre? ¿Estás bien?

—Sí, sí —sacudió la cabeza—. No es nada.

Como ella dijo, no le di más importancia a sus palabras. Caminé en dirección al salón de Damon para arreglar las cosas.

Realmente no tenía idea de qué decirle. Supongo que me sentiría más aliviado con el simple hecho de hablar con él, de cualquier cosa; que él dijera una tontería y yo me riera por ello, eso era sencillo.

De repente, mis pasos se ralentizaron hasta detenerse cuando me pareció ver a Elaine en un salón. Ella sonreía y, al acercarme, noté que su sonrisa iba dirigida a Livard, quien no parecía igual de contento. Pero así era él, según me contaba ella.

Se conocieron algunas semanas antes de que nosotros nos hiciéramos novios. «Ok, suena muy extraño si lo digo así» Pero estoy bien con eso, parece que a ella le está yendo mejor que a mí.

Al percatarse de mi presencia, agitó su mano energéticamente con una sonrisa y le devolví el gesto antes de seguir mi camino.

Estaba por llegar al salón de Damon cuando otro cuerpo bloqueó mi camino y, al levantar la vista, mis ojos se abrieron de par en par.

Demonios, era él otra vez. Después de tanto tiempo evitándolo, rezando para no volver a encontrármelo, y aquí estábamos.

—Hola, Ethan —Levi pronunció mi nombre en un tono apagado; él mismo parecía estar apagado. Sus ojos oscuros lucían aún más profundos por la dilatación de sus pupilas y sus cejas negras se arquearon en una expresión nada alegre. Era la misma expresión que tenía la última vez que hablamos.

Él tomó mis palabras en serio y se alejó. Entonces, ¿por qué ahora buscaba hablar conmigo?

—Te estaba buscando —siseó.

Fruncí el ceño y le lancé una mirada cargada de recelo.

—¿Para qué? —pregunté directamente.

El Cristal del Príncipe  [Cristal#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora