CAPITULO 5

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Lalisa abrazó más la almohada, o eso creía ella. Restregó sus mejillas contra la cabellera rubia de Jennie y sonrió por el increíble olor que desprendió este. Abrazo más fuerte y aspiro, dejando una sonrisa en sus labios, hasta que sintió como la "almohada " soltaba un pequeño jadeo. Lisa abrió los ojos de repente y fijó su vida hacia abajo, viendo a una chica dormida con una expresión tranquila. Lalisa miro por toda la habitación para saber si era la suya, estaba desconcertada. Cuando de pronto por un susto algo tarde, cayó de la cama, dándose así un gran golpe en la espalda.

-iAuch!, ¡Auch!-

Se quejó la de ojos azabache. Por los lamentos de esta, Jennie abrió los ojos y llevó sus manos al aire desperezándose.

-¡Mi espalda!-

La rubia fijó su vista al suelo y acomodándose bien, cogió la almohada de Lisa. La puso en su cabeza y miro a la más alta.

-¿Tu estar bien? Caiste.-

Lisa se tumbo en el suelo.

-No, fíjate, suelo despertar en el suelo.-

Jennie no entendió, pero igual sonrió, para después bostezar. Lisa se levantó con cuidado y la observo, le pareció algo tierno.

-¿Por qué has venido aquí? Te dejé en la habitación de Jisoo.-

-Oscuro, y solo.-

Susurró lo último, y Jennie cerró los ojos.

-¿Te da miedo la oscuridad?-

Pregunto Lisa. Jennie abrió los ojos y la mir, para solo volver a sonreír. No dijo nada más, para volver a cerrar los ojos y esta vez, hundir su cara en la almohada que había utilizado Lisa. Jennie pudo oler la colonia de esta.

-Tomare eso como un si.-

Lisa miró el reloj y aún eran las diez de la mañana, para ella era muy temprano, pero volverse acostar no era el caso. Ya que el hambre hizo acto de presencia, recordó que por culpa de la persona que dormía en su cama, anoche su cena se había quemado. Extrañaba a Jisoo y su increíble comidas.

Lisa fue hacia la cocina y sacó un bowl, la leche y el cereal. Como era de costumbre, puso primero la leche y después el cereal, ella no entendía a la gente que ponía el cereal primero y después la leche. Lo intento una y otra vez, pero su cereal se humedecia y lo detesto. Lisa río cuando recordó que Jisoo la regaño por hacer eso. Se sentó en la pequeña isla de la cocina, comiendo su cereal y miro hacia la ventana que daba hacia la playa. Lisa sonrió por ver que todo estaba muy tranquilo, la tormenta había cesado y ahora era un día soleado y despejado.

-Si supiera nadar, ya estuviera dentro del agua.-

Hablo Lisa, dejando la cuchara en el bowl.

-¿No saber nadar?-

Lisa giro su rostro hacia la voz, y se encontró a la rubia con una camiseta larga y unos pantalones cortos. La más alta la miro de arriba a abajo y trago con fuerza.

-Buenos días, dormilona.-

Rio Lisa, Jennie se acerco con cuidado hacia la isla y quedo frente a Lisa.

SIREN | JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora