Mi buen amor || Naim Darrechi

Capitulo 2

Okey, esto no estaba para nada bien.

—¿Te pasa algo?—pregunto Libardo.

Si, si me pasa algo, Jean ayer me metió el miedo de que Naim podría regresar, y nunca había vuelto a pensar eso, tampoco se que pasaría si él llegara a regresar y se entera que Jay es su hijo.

—No, asuntos de las juntas.

—Deberías dejar de preocuparte por eso, ya te dije que puedo hacerme cargo de todo,

—No hace falta libi, ya tienes suficiente con cuidarme a mi y a Jay.

—No es ninguna molestia cuidarlos, amo a Jay, y a ti también Sofía.

Oh no.

—Yo también te amo Libardo.

—¿En serio? ¿en qué sentido?

—No voy a discutir de esto contigo ahora,debemos prepararnos para esa junta, y debo ver que Darían y Jean no se hayan matado tratando de cuidar a Jay.

Iba a salir pero Libardo me sujeto ligeramente del brazo.

—Yo si hablar de esto, ah pasado 1 año, 1 año desde que él se fue, y desde que yo estoy aquí, él te dejo, yo sigo aquí y tú no pareces notarme.

—Libardo, yo sé que has echo mucho por mi y por Jay, y si, ah pasado 1 año desde que el se fue, no tienes porque recordármelo, lo tengo muy en claro, y no es que no te note, sino el simple echo de estar presionada.

—¿Te sientes presionada por mi?

—No, con todos estos asuntos, con el trabajo de cuidar a Jay, con los asuntos que tenemos tú y yo, me siento estresada, siento que no puedo respirar, Jean no ayuda mucho, y tengo otras cosas.

—Lo siento, no quiero abrumarte, sería bueno salir los 2 juntos y dejar a Jay encargado de Darían y Jean que se llevan bien con el, así podemos hablar tú y yo a solas y arreglar nuestros asuntos, darnos un suspiro de todo.

Di un gran suspiro y lo mire agradecida, él me entendía, más de lo que yo creía, siempre se preocupaba por mi, era algo que amaba de él, saber que puedo estar cómoda con él.

—Tal vez, sería muy lindo.

—Pues después de esta junta nos iremos 2 o 3 días, el tiempo que tú quieras.

—Si, pero primero hay que arreglar esto,si la junta se trata de Marian y Darían todos accederán sin tanto problema, no tardaremos mucho.

—Okey, vamos a ver si siguen vivos Jean y Darían—dijo para acercarse y darme un beso—Vamos.

Fuimos a donde estaban ellos y seguían vivos gracias a él cielo, Jay estaba contento jugando con Jean quien lo miraba con seriedad como si de un alienígena se tratara mi hijo.

—Se que me entiendes versión mini de mi hermana, soy tu tío, y te ordenó que no te hagas popo—dijo y Jay se empezó a reír.

—No le puedes ordenar eso Jean, es un bebé—le dijo Darían.

—Pero se que me entiende—dijo Jean mirando fijamente a Jay.

—Si se hace popo tú lo cambias, me eh puesto las uñas y no las voy a arruinar—contesto ella.

—Por eso le estoy ordenando que no haga popo, que lo haga cuando esté con sus papás.

—Jean es un bebé, no entiende nada de lo que dices, déjalo en paz y hazlo reír para que no empiece a llorar.

—Bueno, si tiene la inteligencia de su madre obviamente no me va a entender—le contesto Jean a Darían.

—¡Oye!—le grite a Jean—Si no te entiende es porque saco tu inteligencia.