Mi buen amor || Naim Darrechi

POV #1

POV #1: PESADILLAS

5 años después. Arezzo, Italia.

ADVERTENCIA: Violencia, lenguaje inapropiado, escenas +18 y temas sensibles.

Sofía:

A decir verdad las cosas mejoraron en torno a todo. Jay y Jenn ya estaban más grandes, Jay tenía 6 años y Jenn 5.

Y cambie.

No malinterpretes nada, no cambie para mal. Solo deje de ver a las personas como criaturas inocentes.

Había maldad en el mundo y eso jamás lo dudé, pero después de involucrarme aún más en el negocio de mi familia, el otro lado.

Y no, no ese donde estoy sentada con muchas personas hablando de dinero y firmando y leyendo documentos, no. Hablo del lado donde desaparecen las personas por traicion.

La primera vez que Naim me llevo ahí casi vomite, incluso le dije que eso era inhumando, él pacientemente me explicó que cosas hacían esas personas para terminar ahí.

¿Alguna vez leyeron Mi desesperada decisión o Heist de Ariana Godoy? ¿no? Bueno, básicamente ellos asesinaban a gente que se lo merece, nunca a inocentes.

No me considero una Fleur Dupont, matar no es mi fuerte, es el de Naim, él es el que se encarga mayormente de esos asuntos, dice que no quiere atormentarme más.

Hace unos años el construyó una especie de cuarto silencioso, podías disparar un arma ahí y no haría ruido fuera de ese cuarto, ahí era donde llevaba a esas personas.

Le dije que no por los niños, ellos podrían ver lo que pasaba ahí dentro y no quería asustarlos.

Por eso puso un sistema de reconocimiento facial y dactilar, solo ciertas personas podían entrar ahí, y siempre estaría vigilada.

En algún momento explique que el jardín de nuestra casa parecía un bosque ¿no? Ese cuarto estaba algo alejado por lo cual los niños tenían prohibido llegar hasta ahí.

Al igual que Jude cuando venía a jugar con ellos.

La tortura nunca fue para mi, no era algo que soportara, y siempre terminaba con náuseas.

Excepto en esta ocasión...o no.

—¡POR UNA MIERDA HABLA!—le pegue otra cachetada al tipo atado a la silla.

El solo se reía. Se burlaba de mi.

El echo de vivir por un tiempo con un esposo con ideas algo macabras me había afectado, no era malo conmigo, pero con el mundo si.

—¿Lo disfrutaste? ¿Disfrutarse abusar de esas mujeres?—le pregunté con una sonrisa.

El tipo fue sorprendido violando a unas mujeres que trabajaban en la misma área que el, y como dije, Naim se encargaba de esto, pero quise encargarme yo misma, claro que Naim estaba ahí recargado de brazos cruzados mirándome.

"No voy a dejarte sola con ese lunático".

Y le dije que podía acompañarme.

—Para que negártelo preciosa, sus vaginas eran jodidamente deliciosas—soltó cínicamente.

Naim tensó su mandíbula.

—No le digas así o terminarán los juegos y empezará la verdadera diversión—lo amenazo.

Había echo un par de cortes en sus brazos y piernas.

—Eres repulsivo—solté.

—Y tú una perra muy sexy, ¿casarte con un mafioso? ¿Embarazarte? Vaya, que ast—no termino porque Naim le pego un puñetazo en la cara, después lo sostuvo de la mandíbula para que lo mirara a los ojos.