【𝕮𝖊𝖓𝖉𝖗𝖎𝖑𝖑𝖔𝖓】

Hace muchísimos años atrás, en un reino muy lejano, se escribieron dos legendarios cuentos de hadas en el mismo castillo, y hoy estamos a punto de conocer uno de ellos.

Es un favorito popular entre los niños y jóvenes, aunque el final no es tan feliz como el imaginario popular lo pinta.

«La Cenicienta… » Bueno, pues no exactamente. Empecemos con la verdadera historia: La historia de Cendrillon.

Había una muchacha algo pobre en el reino de Hope, quién tenía que ganarse la vida limpiando la casa de una familia mucho más acomodada que ella. Su nombre era Haruka Haruno y, a pesar de que el trabajo duro la frustrara en ocasiones e incluso le quitara el sueño, nunca dejaba de ayudar a todos a su alrededor.

Era conocida como «La Niña de las Flores» desde que era pequeña, pues siempre que alguien tenía algún problema de jardinería o relacionado con las plantas, Haruka siempre tenía una forma de remediarlo. ¡Tenía el talento para las plantas por naturaleza, como una dríade de aquellas leyendas europeas!

“Tampoco hago nada extraordinario. Quizás sólo es cosa de experiencia” Solía decirse la chica cuando los halagos llegaban al borde de la idealización, pues si había algo que Haruno no podía soportar era ser puesta en un pedestal.
¿Qué tenía ella de especial, por Dios? Sólo era una chica cualquiera del pueblo, sin mucho dinero o tierras, que casualmente tenía un talento que la hacía destacar por unos minutos. ¿Por qué endiosar a alguien en esa situación?

“Nunca lo entenderé” Se decía la pelirroja, volviendo a enfocar su mente en las tareas que aún tenía pendientes. Todo el día tenía que estar yendo de un lado al otro, limpiando esto o aquello para después ordenar varias cosas más. Simplemente era agotador, pero no había otra opción. Necesitaba demasiado el dinero.

Por esa razón, aunque de verdad estuviera a punto de caer dormida de pie como los caballos, se daba un pequeño manotazo cerca de la mejilla o del oído para despertarse, así fuera sólo por un rato más.

“Vamos, Haruka: ¡Tú puedes seguir despierta un tiempo más! Si logras hacer todo lo que te piden esta semana, puede que hasta recibas una bonificación en tu salario… ¡Ánimo!” Fueron las palabras con las que trató de darse ánimos cuando casi caía al piso dormida al barrer, dejando el mango de la escoba marcado en las palmas de sus manos.

Qué vida la que una simple criada debe llevar para conseguir un plato de comida, ¿No? Pues la suerte de nuestra linda pelirroja de ojos claros daría un giro de ciento ochenta grados en muy poco tiempo.

Un día, por razones que nadie en el pequeño poblado pobre dónde vivía Haruno comprendió jamás, la familia real repartió más de mil invitaciones para un gran evento: ¡Serían no uno, no dos, sino tres noches de gala gigantesca en el castillo! Cada noche habría una fastuosa fiesta de máscaras para todos sus súbditos, sin importar el nivel de cada uno. Mientras usaras una máscara y tuvieras un simple vestuario formal, tendrías permitido asistir al menos a uno de los tres eventos para disfrutar de la mejor noche de tu vida.