【𝕬𝖉𝖔𝖑𝖊𝖘𝖈𝖊𝖓𝖈𝖊】

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Después de la preciosa y gigantesca boda del príncipe y la flor cenicienta, Haruka Haruno se mudó oficialmente al castillo junto a su esposo, feliz como nunca lo estuvo en la vida después de ser declarada la esposa del príncipe y, por ende, una auténtica princesa.

Su cuñada de cabellos carmesí la adoraba y siempre quería estar a su lado, charlando y pasando el rato juntas. Towa la quería como a su propia hermana, de hecho, mucho más que eso.
Kanata se sentía pleno al ver la felicidad de dos de las tres mujeres más importantes de su vida, y creía que todo en el mundo estaba bien entonces.

Los gemelos también querían muchísimo a su cuñada, y los dos la perseguían todos los días para jugar juntos o escuchar sus historias. Pronto, las personalidades y actitudes de cada uno de los miembros de esa familia estuvieron perfectamente claras para la pelirroja: Towa era una dama perfectamente pulcra y elegante, con un temperamento tranquilo pero ingenuo. Rio era un muchacho amable y educado, pero con un carácter fuerte y arisco cuando era provocado.
Y su gemela… Bueno, al ser una chica y de las menores en la familia, Ciel tenía una actitud tierna y cariñosa, algo aniñada pero demasiado bondadosa.
Según mencionaba Kanata y Haruno pudo comprobarlo, ver a la pequeña rubia enojada era algo prácticamente imposible.

“Todos son increíbles, pero aún así hay algo que no puedo entender” Se decía la recién proclamada princesa de ojos aguamarina, pues aún habiendo cumplido las hermosas fantasías que cualquier niña en su lugar habría soñado tenía un sentimiento extraño.
Creía que había una tensión desconocida para ella flotando en toda la casa, y nunca se sacaba de encima esa emoción.

Esa sensación de incomodidad tenía mucho que ver con los gemelos y su actitud para con el otro, pues nuestra querida cenicienta pensaba que los cariños de esa pareja de hermanos no eran normales.
Bajo su idea de normalidad basada en lo que veía en el pueblo, ¿Qué clase de hermanos paseaban juntos todos los días y encima tomados de las manos? Ella nunca había visto a un dúo parecido, y cualquiera que los viera de lejos sin conocerles la identidad juraría que eran una pareja de enamorados. Rio tenía gestos caballerosos con ella como los tendría con la dama de sus deseos; besándole la mano y abrazándola siempre por la cintura, cosa que Ciel aceptaba felizmente.
La infanta besaba al aspirante a caballero en las mejillas todo el tiempo, incluso sus labios tocaban la comisura de la boca, y nadie parecía sorprenderse al respecto.
¡Por amor de Dios! ¿¡Qué clase de experimento depravado era este!?

Rio, además, tenía un apodo bastante curioso, destinado y reservado únicamente para la hermosa rubia: Cuando no la llamaba «Kirarin», se refería a ella como SU PRINCESA. Inequívocamente, señalaba su posesión sobre su hermanita y sonaba mucho más raro mientras más lo pensaba Haruno.

“¿Qué estarán ocultando? A Kanata ni siquiera parece importarle este extraño comportamiento, ni a Towa-san tampoco… ” Esta situación poco convencional la hacía devanarse los sesos quizás un poco más de lo que debería, pero Haruka tenía un horrible presentimiento cruzando su mente a cada rato. “No, esto no puede ser normal. Tengo que descubrir la verdad” La princesa cenicienta tenía que asegurarse de que sus cuñados no ocultaban un pecaminoso secreto entre las paredes del castillo, o nunca podría estar tranquila.

Por esa razón siguió los pasos del joven de cabello celeste cuando regresó de sus entrenamientos al anochecer, viendo cómo iba al encuentro de su amorosa gemela de inmediato.

—¡Pikario, por fin volviste!— Exclamó la princesa sonriendo mientras que él la cargaba por la cintura.
—Estuve contando el tiempo para volver contigo, mi princesa— Contestó Rio al unir su frente con la de ella, besando varias veces sus mejillas.

【𝕮𝖊𝖓𝖉𝖗𝖎𝖑𝖑𝖔𝖓】Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora