Cap. 8

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Republicado

Este capítulo se ubica una semana después del anterior

Empecemos weyes

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Hace demasiados años, antes de que Hallownest fuera esclavizado, antes de que haya una gran civilización, eran pequeñas comunidades esparcidas por todos lados, Bocasucia era un pueblo de nómadas, Ciudad de Lagrimas un pueblo que apenas llegaba a los treinta habitantes.

Yo era una polilla como todas, pero siempre fui muy diferente. Podía controlar la voluntad de los insectos mediante sus sueños, robar sus voluntades, fui rechazada por eso, cuando pude controlar mi poder de luz, me apodaron Radiance.

Era más que una polilla, era una diosa, merecía toda la atención y veneración de mi pueblo, de las demás bestias de Hallownest, aparecía en sus sueños, les recordaba lo que más deseaban y los infecté.

Monumentos fueron alzados en mi presencia, paz y tranquilidad, mis hijos, mis polillas fueron las que gobernaron junto conmigo como su reina, la reina de todo lo que tocaba mi luz. Nadie pensaba, solo seguían mis órdenes y deseos.

Hasta que lo conocí, una polilla que evitaba que las bestias fueran tocadas por mi infección, entraba en sus sueños para ayudarlos, estaba furiosa, lo encare y me dijo que esa no era la forma para alzar un reino.

Me habló del libre albedrío y que sería una buena forma de que la civilización avance fuera de tribus aldeas e insectos nómadas, establecer una civilización, lo escuche, no les di la chance de pensar, pero sí de avanzar.

Mi ansias de control se vieron reducidas por sus palabras, llenas de amabilidad y ganas de ser entendidas, las palabras se les daban de maravilla, cuando menos me lo esperaba lo deje de ver como mi súbdito a verlo como un igual.

Ese sentimiento me hizo sentir distinta, como un ser inferior, pero me hacia sentir bien, me enamore de un ser que no se compara a mi, en esos tiempos recorriamos cada rincón del mundo onírico.

De nuestro amor, salieron seis huevos. Mi tesoro más preciado, iba a ceder a que los insectos pensaran, ya no había un motivo para seguir controlando sus mentes, cuando llegó un wyrm, con su presencia altanera y petulante.

Con sus poderes liberó a la gente de mi poder, les llenó la mente de que yo era el mal, un veneno, un tumor que debía ser extirpado, no le vasto con quitarme mi reino, muchos de mis subditos, de mis polillas se fueron a su lado.

¡Uno de ellos fue mi pareja! Me dejó devastada y sola..., me llene de ira, azote todas las mentes con mi infeccion, reviví los muertos, todo ser que tuviera una mente para pensar, aunque sea un poco.

Junto al rey farsante se alzó tambien una vieja diosa que da vida, se juntó con el wyrm para gobernar, mis últimas polillas leales y yo, arrasamos con todo, mi ira fue la perdición de el gusano.

Hasta que entraron en mi reino, maldijeron mis huevos, me encerraron, mis últimos hijos leales murieron por mi, y los traidores, fueron asesinados por mis propias manos.

Me quedé en ese reino, sola, sin nadie. La única compañía fueron mis hijos incapaces de nacer, hasta que el hechizo se fue debilitando con los años, lo que causó que pudiera ver los sueños de los demás.

Y me encontré con una mente, diferente, ansias de ser un rey, una mente fuerte, imposible de corromper. Una motivación fija, un ser que me causo curiosidad, pero tambien había otras, mentes vacías, ese sentimiento siguió, hasta que el hechizo que me mantenía encerrada se rompió.

Sed de venganza era lo único que sentía, lo primero que hice fue ir a donde pude sentir la presencia de ese asqueroso wyrm, aparecí ahí, viendo un palacio levantado en su imagen. Además de eso tambien había una energía oscura.

Un Zorro en HallownestWhere stories live. Discover now