ii.

23.7K 881 59
                                    

Los meses hasta junio se me pasaron lentos por culpa de mi manía de tachar los días del calendario.
Pero, finalmente, ahí estaba, desayunando en silencio y esperando a que mi prima Sira llegase para ir a coger el tren.
Mi tío ya llevaba allí varios días, entrenando a los chicos, pero Sira decidió ir conmigo un poco más tarde.
Acababa de dar el último bocado a mi tostada cuando sonó el timbre y fui rápidamente a abrir.
— ¡Sheila! —. Sira grito mi nombre y me abrazó. —. ¿Estás preparada?
— Si te digo la verdad, creo que ni siquiera soy plenamente consciente.
Sira rió y dejó su maleta en el pasillo para ayudarme a bajar la mía. Di gracias a que mi madre estuviese en el trabajo, porque hicimos muchísimo ruido y todavía era temprano.

Llegamos a la estación con tiempo de sobra, así que hicimos algo de tiempo andando por ahí hasta que llegó nuestro tren.
El viaje duraba cinco horas y media más o menos, así que decidí que iba a aprovechar ese tiempo para recuperar horas de sueño.
Cuando le comenté a Sira mis intenciones, hizo un mohín: — Entonces, ¿con quién hablo?

No sé si llegué a contestarle o me quedé dormida, pero me levanté porque me estaba zarandeando levemente.
— Venga, anda, que ya hemos llegado.
Me bajé del tren aún frotándome los ojos y seguí a Sira hasta fuera.
— Vale, espera. Mi padre nos acaba de pedir un uber hacia el hotel, se supone que llega en cinco minutos.
— Vale. —. Ya estaba algo más despierta. —. Joder, ahora que lo pienso... qué vergüenza, Dios mío.
— Vergüenza de qué, anda.
El uber no tardó en llegar y pocos minutos después estábamos llegando a la puerta del hotel, donde estaba Luis Enrique.
— ¡Hombre, si son mis chicas! —. Extendió los brazos y fuimos hacia él. —. ¿Bien el
viaje?—. Ambas asentimos y fuimos con él hacia la recepción del hotel. —. Vale, vuestras habitaciones están en la misma planta que las nuestras, la dos. Hemos quedado aquí abajo dentro de una hora para ir todos juntos a comer, así que id a dejar las maletas y a descansar un poco hasta entonces.

La habitación era bastante grande, así que no tuvimos problemas para dejar nuestras cosas.
— ¿Quieres que vayamos a explorar el hotel? —. Me dijo Sira. —. No sé si podemos salir, pero así lo descubrimos.
Yo reí y asentí, aunque antes de salir de la habitación subí a la historia una foto que me había hecho con Sira.

@sheilalala

@leigil ha respondido a tu historia:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

@leigil ha respondido a tu historia:

disfrutando sin mí en mi cara

eres una dramática
vete a estudiar

no me quites a los jugadores guapos

calla que eres demasiado pequeña todavía para eso

QUE SON SOLO DOS AÑOS

los que tienes?

GILIPOLLAS

@jordialbaoficial ha respondido a tu historia:

QUÉ
CÓMO
CUÁNDO
POR QUÉ NO AVISAS

SJSJSJ lo siento jordito
estamos explorando el hotel

justo yo estoy fuera, esto es jordifobia

sí es
nos vemos en una horita juju

— ¿Me estás escuchando? —.  De repente fui consciente de que Sira me estba hablando desde hacía un rato.
— Ay, perdona, que le estaba contestando a Jordi, ¿qué decías?
— Decía... que hay un chavalín de tu edad. —. Mi prima movió las cejas de arriba hacia abajo y empecé a ver por dónde van los tiros.
— Ah, sí, me lo dijo tu padre, pero no caigo en quién es. —. Intenté decirlo con la menor importancia posible, pero conocía a mi prima y sabía que eso no iba a hacer que se callase.
— ¿Entonces...? Además, ya verás que sí le conoce, pero ahora no caes.
— Entonces nada, Sira, ni siquiera le he visto. Además, si quieres que los tiros vayan por ahí... Seguro que también sabes que hay uno de tu edad, o eso me han comentado...
— Vale, vale. —. Puso las manos en alto. —. Tú ganas. Anda, vamos al ascensor, que con la tontería hemos subido un montón de pisos y deberíamos estar en recepción enseguida.

Y con un suspiro, entré en el ascensor con ella, y, aunque no lo admitiría si me lo preguntase, también algo nerviosa por ver quién era ese chico del que mi prima y mi tío me habían hablado y al que supuestamente conocía.

humour | pedri gonzález.Where stories live. Discover now