Mi pequeño príncipe

Veintitrés

_¿Como que se murió? ¿Pues que hicieron?_ Me acerque al cuerpo de Dante y toque su cuello, no tenia pulso

_Nada, solo lo que nos pediste, de un momento a otro bajo la cabeza, luego dejo de quejarse y moverse, así supimos que se había muerto_ Me puse una mano en la cara y la otra en la cintura para pasar a la siguiente fase del plan

_Desatenlo, quitenle la ropa y llevenlo a la caballeriza del lado norte, a la afueras de Berlín, me imagino que saben cuál es, yo llegaré después_ Nuevamente sali de ahí y ahora me dirigí al lugar en donde guardo herramientas

Saque algo que definitivamente me funcionará para este caso: Un hacha.

Sabía perfectamente que iba a hacer ¿Estaba nerviosa? Claro que sí, pero ya no había marcha atrás, no se me ocurría que hacer con el cadáver más que destazarlo, parte por parte, miembro por miembro...

No importa cuántas veces lo haya hecho, esto es diferente, he convivido con Dante desde hace años y esto lo hace más difícil, siempre fuimos amigos, nos dábamos apoyo el uno al otro, trabajamos hombro a hombro y mentiría si dijera que no siento melancolía o tristeza por esto pero lo merece, dijo cosas que no debía y ahora tiene que pagar.

Sabía que los tres ya se habían ido por qué escuche las camionetas partir, fui a revisar a Richard y estaba completamente dormido, solo le di un beso y me fui, cuando llegue ya estaban todos esperando con el cadáver en uno de los cubículos, les pedí que salieran y lo hicieron, me tomé un tiempo y empecé con mi labor, primero un brazo, luego el otro, después seguí con las piernas, ahora solo faltaba la cabeza, para eso tuve que tener demasiado cuidado, no quería que se arruinara, era la parte del cuerpo que mas necesitaba, cuando la corte me agache y de mi pantalón saque una pequeña navaja con la cual corte su lengua.

Obviamente la sangre salpicó todo mi cuerpo, ya empezaba a oler mal y se estaba poniendo algo pegajosa, no le tome mucha importancia y fui por una de las bolsas negras que había en mi auto, ahí metí el dorso del cuerpo y sus extremidades, la cabeza tuve que limpiarla y la metí en una caja junto con su lengua, cuando termine todos nos fuimos y tomamos direcciones distintas, yo fui a la casa de la familia de Dante, ahí deje la caja que contenía su cabeza frente a la puerta y me fui, sentí que en cualquier momento me iba a desmayar del cansancio, eran las 5:50 de la mañana y no había dormido ni un poco.

Cuando llegue a casa empecé a quitarme la ropa y subí a mi habitación haciendo total y completo silencio, entre al baño y llene la tina con agua tibia, le puse demasiado jabón con olor a coco y chocolate, no quería apestar a sangre todo el día.
Cuando la bañera se llenó termine de quitarme lo que me quedaba de ropa y entré, cerré los ojos y ya no supe nada más de mi.
Poco después unos lloriqueos me despertaron, sentí que no había dormido nada, voltee en dirección a dónde venían los ruidos y vi a Richard parado viéndome con terror, podía escuchar su respiración y juraría que también su corazón latiendo con fuerza y rapidez como queriendo salirse de su pecho

_¿Que pasa conejito?_ Me hice la desentendida

_¿E-esa sangre es t-tuya?_ Señaló el agua y mi rostro

_No príncipe, no es mía_ Empezó a llorar así que salí de la tina, me envolví en una toalla y me acerque a abrazarlo poniendo su cabeza sobre mi pecho _No mi amor, no llores ¿Por qué lloras?_

_¿Mataste a alguien?_ Sentí como temblaba un poco, pobre de el, ha de estar muy asustado

_Claro que no mi amor, fue a un caballo, el animal estaba sufriendo y tuve que hacerlo_ Eso pareció tranquilizarlo ya que respiro más despacio

_¿Me lo prometes?_ Asentí y le di un beso en la cabeza

_Claro que si principe_ Lo solté y el volvió a la cama