Trillizos Hatake || NaruSasuSaku

OO4

Después de ir a comer barbacoa y hacer otras cosas para cansar a los niños, Kakashi por fin estaba arropando a sus exhaustos hijos, que muy apenas podían mantener los ojos abiertos entre bostezos.

Por algún motivo el Hatake sintió la necesidad de dejarlos a los tres juntos, así que los arropo a todos en su propia cama en lugar de llevarlos a sus respectivos cuartos. Acarició la cabeza de cada uno suavemente con una  sonrisa y salió de la habitación.

Una vez afuera y en un solo segundo, ya se encontraba corriendo con dirección a la torre Hokage junto con sus compañeros, llegaron a una gran velocidad, entrando por las ventanas de la oficina del viejo Hokage.

- Supongo que es algo serio, si vinieron todo. - Habló el viejo mono, dando una calada a su pipa.

- Hokage-sama, hoy logramos captar la firma de chakra de un desertor. - Habló Kurenai primero, viendo con seriedad al viejo Kage, insegura de lo que vendría a continuación.

Hiruzen los observó, esperando a que continuaran, sabiendo que no vendrían solo por qué sintieron una firma de chakra de un desertor cualquiera.

- Hoy sentimos la firma de chakra de Shisui Uchiha, el culpable de la masacre Uchiha. - Dijo Kakashi con seriedad.

El viejo abrió los ojos con sorpresa para después tomar una postura más seria, dejando su pipa de lado por un momento.

- Denme todos los detalles. - Pidió, seriamente.

Anko fue la que contó todo, con los escasos detalles ya que solo fue por segundos que sintieron la presencia del prodigio Uchiha.

- Ya veo...pueden retirarse. - Respondió, mientras pensaba en el asunto.

Los jounins estaban por salir por la ventana, de nueva cuenta, hasta que el Hokage llamo a Kakashi, que se quedó mientras el resto se retiraba.

- Kakashi, hoy estaba leyendo los documentos sobre los equipos de novatos que crearon mis ascensores y me di cuenta de que eres el sensei de uno, pero, todo tu equipo es de Hatakes, según yo no tenías familia. - Dijo, viendo al peliplata.

- Son mis hijos, Hokage-sama, creo que soy el más adecuado para entrenarlos, los dos niños tienen una gran cantidad de chakra que necesitan aprender a manejar y la niña tiene un control de chakra sorprendente, estoy seguro de que serán un equipo temible en el futuro. - Respondió él Hatake a la pregunta no hecha.

- ¿Hijos? No sabía que tuvieras pareja, pero aún así serías muy joven por las edades que tienen si ya se graduaron. - Intentó crean un pensamiento lógico el viejo.

- Los adopté cuando ellos tenían 3 años y yo 18 años. - Dijo.

- No sé me informó nada de eso...pero ya veo, supongo que era de esperarse por tu rápido cambio de ambu a jounin de un momento a otro. - Suspiro, sobando su frente, hizo un movimiento con su mano dado a entender al Hatake que podía retirarse.

Una vez el jounin se marchó, el viejo Hokage tomo el libro dónde venían todo sus ninjas, incluída la nueva generación de novatos, comenzando a buscar los datos de los tres hijos de uno de sus mejores shinobis, curioso por saber cómo eran.

- Uhm...Naruto Hatake. - Susurro para si mismo, intentando recordar de dónde le sonaba ese nombre. Hasta que un click hizo en su cabeza al detallar más al rubio.

Casi le dió un infarto al darse cuenta de que uno de los niños que adoptó el ex alumno de Minato Namikaze, fue el mismísimo hijo de este, portador del Kyūbi, la bestia que atacó la aldea, es como si el destino hubiera decidido mover hilos para que las cosas terminaran así. Un sentimiento de nerviosismo y culpabilidad lo envolvió, tomando su pipa entre sus ahora temblorosas manos.

¿Qué pasaría si él niño demostraba el poder del Kyūbi? Seguro Kakashi pediría respuestas, hasta el momento nadie más que él sabía quién era el contener del nueve colas, la única parte de su promesa que si cumplió a Minato y Kushina.

Sacudió su cabeza y vio al siguiente niño, Sasuke Hatake, que se le hizo extrañamente familiar, sintiendo como si ese nombre ya lo hubiera escuchado, pero al mismo tiempo fuera un nombre diferente, decidió no darle tanta importancia, ya se acordaría a su tiempos.

Y la única niña en la familia Hatake, Sakura Hatake, con un destacable cabello rosado y unos grandes ojos jade, al igual que el niño pelinegro, la pequeña se le hizo ridículamente familiar, haciendo que soltará un suspiro de estrés al no poder recordar de dónde.

Esto es demaciado para el viejo Hokage, pero al parecer el karma siempre llega.

Kakashi regreso a su hogar, tronando su cuello con estrés, subió las escaleras para entrar a su cuarto y se cambió de ropa, acarició nuevamente la cabeza de sus hijos y se recostó a un lado de ellos, los tres niños se acomodaron todavía dormidos, buscando el calor protector de su padre, quedando con Sakura completamente arriba del pecho del peliplata, mientras que Naruto y Sasuke estaban cada uno de un lado del adulto, utilizando sus brazos como almohadas.

El Hatake mayor suspiro al sentir como sus hijos se removían entre sueños buscando su calor, dejando que se acomodaran a su gusto, quedando dormido junto a ellos cuando al parecer encontraron una posición que les permitía sentirse cómodos.

Mientras tanto, dos encapuchados observaban la interacción de la familia desde le ventana ocultando su chakra para no ser detectados.

Suspirando al ver cómo por lo menos los tres pequeños recibían todo el amor que merecían, teniendo una gran familia que sabían los protegerían con uñas y dientes de lo que se venía para el futuro.