CAPÍTULO 12

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- ¿Detective Devan?

Estaría bien que la gente se acostumbrara a llamar a la puerta antes de entrar...

-Pase. -Aunque ya estaba dentro-. Supongo que usted es el señor Lamb, de Límites. No sabía que debía esperar su llegada para hoy.

-Lo cierto es que no entraba en mis planes venir a su oficina con el bullicio que hay, pero supongo que me veo obligado. Una de sus agentes ha desaparecido por lo que tengo entendido, la agente Taloss.

-Una de las mejores de su promoción –se limitó a decir, enorgulleciéndose de su pupila-. ¿Trae noticias?

-Hay novedades.

La respuesta no le hizo gracia, sobre todo cuando Marc era del tipo de hombres que prefería ir al grano con los asuntos urgentes. El dramatismo le mataba, por eso no iba al teatro.

- ¿Usted llegó a ver al engendro?

-Por supuesto, por la denuncia hecha contra Klauss Livermann. Un empleado remitió pruebas sobre los experimentos que se estaban llevando a cabo y entrevistamos al Candidus.

-Lleva muchos años en este cargo de la SDC, habrá presenciado de todo en las calles. –Marc asintió con la cabeza-. Los gobernantes quieren que se aprese al individuo vivo, con lo que eso conlleve.

-Imagino. –Marc sabía qué estaba rumiando aquel hombre-. Sería más sencillo pararlo con un balazo en la cabeza y no lo consideraríamos asesinato. Las leyes sólo lo contemplan como tal entre Nerus.

-Las leyes se vuelven laxas con el tiempo, o esa impresión me da a mí en particular.

El detective Devan comenzaba a sentirse incómodo con Lamb de pie, por lo que le hizo un gesto con la mano para que tomara asiento. El hombre se lo agradeció.

-Quiero saber si puedo contar con usted.

- ¿En qué sentido, señor Lamb? –Alzó una ceja, aparentando calma con el resto de su cuerpo.

-Derek... -titubeó un segundo- ¿Dolarhyde? Me cuesta ponerle nombre, es como si estuviera nombrando a un espectro... Bien, ese tipo tiene toda la pinta de estarse dirigiendo a mi zona, posee una orientación espectacular para haber sido una cabeza. Sé que le será complicado meterse en los muros, pero ya he visto suficiente sobre sus movimientos para creer que está dispuesto a arriesgarse. Preferiría que ningún Nerus salga herido, ya sabe. Los gobernantes lo quieren con vida caiga quien caiga y yo necesito agentes de confianza.

-En la oficina sólo quedo yo, los demás están en las calles. El jefe ha pasado a ser recadero.

No iba a confesarle que su edad mal llevada y el estrés de las últimas semanas le habían pasado factura. Sería una vergüenza reconocerle a un hombre de acción que él era más bien un inútil en estas lides.

-Su agente, SyVrykka Taloss, es la persona que más relación tuvo con Derek.

-Dejé el caso casi por completo en sus manos, iba a ser su bautizo de fuego. –Nadie podía imaginarse cuánto se lamentaba por haberla llevado consigo aquel día. Si no volvía a verla con vida, su imagen le perseguiría para siempre.

-La búsqueda está centrada en Derek. No dejará que ella escape, así que tarde o temprano los encontraremos. Nadie puede esconderse sin ser visto, y, entre nosotros, lo mejor sería que alguien apretara desafortunadamente el gatillo y le volara los sesos al Candidus. Nunca quieres acabar con una vida, pero llegado el momento oportuno, debes hacerlo.

-Usted no conoce a Vry, señor Lamb; es una mujer inteligente, sabrá cómo deshacerse de él. –Su voz no llegaba a sonar convincente-. Está preparada para cualquier inconveniente que se ponga por delante.

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