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El intorelable acto de trabajar juntos comenzó esa mañana. Era verdad que eran eficientes trabajando al mismo tiempo en un mismo caso y es que ambos se negaban a no hacer más de lo médicamente posible y era eso lo que hacía que los pacientes los prefirieran. Pero la jefa del departamento no pensaba lo mismo, todos podían no notarlo pero ella si.

-¿Me mandaste llamar, Godji? - Win entró a la oficina de su superior -

-Claro, pasa y toma asiento aún nos falta uno para comenzar a charlar - unos minutos después de silencio la puerta se abrió una vez más - Pasa y siéntate - Win alzó la vista topandose con él - Los llamé a ambos por obvias razones -


Win pensó que ya se habían dado cuenta que había roto la máquina de café y Bright pensó que al fin le darían vacaciones.


-Ustedes dos pueden engañar a cualquiera pero no a mi, no se toleran y no solo eso se retan para molestar al otro, primero un par de pacientes dijeron que ustedes parecían competir, pero pensé que es normal debido a sus castas pero esto fue demasiado lejos, los e observado, no se toleran y hacen de éste hospital un campo de batalla - ninguno habló, no tenían excusa -


-¿Perdón? - dijo Win ante el silencio y la mirada que iba de él a su acompañante -

-Los pacientes no son muñecos de prueba, son personas que siente y que viven y que esperan un trato digno, no es como Gulf que descarga su ira con esos aparatos que recomponen huesos, lo sé tampoco soy tonta, y no es como el anestesiologo que eligió hacer eso para no tener que tratar con gente, ambos ven omegas que van a dar a luz y a sus cachorros, comportense o voy a tener que mandarlos a casa -


Bright estaba a nada de decir que era Win el que había iniciado, pero sabía por la mirada de Godji, que eso solo la enojaria así que prefirió callar.


-Quiero ver que fraternisen, o que por lo menos traten de trabajar juntos sin pelear, los vigilaré de cerca ¿Escucharon? - llamaron a la puerta y fue su superior quien fue a abrir - Debo irme por que tengo trabajo, quiero ver que se traten de llevar o los pondré a dar consultas los fines de semana, dense la mano o algo y luego váyanse, cierren la puerta al salir -



No podía ser verdad, no no quería ni si quiera trabajar con él, ahora estaba considerando el turno de la noche con tal de no verse y ahora debían estrecharse las manos como falso símbolo de tregua. Ambos se pusieron de pie para irse pero también para poder terminar con ese tontería impuesta por su superior.


-Solo estrecha mi mano para que podamos irnos - Bright extendió la mano y Win lo miró dudando -

-Ni siquiera estoy seguro de querer tomar tu mano - le sacó la lengua y el contrario rodó los ojos -


-Solo estrecha mi mano y ya, quiero ir a comer - Win resopló pero asintió molesto -

Win puso su mano sobre la contaría, tomándola y de esa forma también hizo que un montón de recuerdos que no les pertenecían; golpearan sus mentes a la par, vio la última vida en que estuvieron juntos y también aquella donde fue rechazado y las cinco más de castigo, ambos lo vieron, escucharon la advertencia, esa que todos sabían, una última oportunidad. Ambos se miraron horrorizados, no sólo por la obvia advertencia, también por que resultaban ser el destinado del otro al que no podían ver ni en pintura.


-¡Ay no! - exclamó el más alto - Todos menos tu, todos menos tu -


Algo les decía que ya habían perdido y que esa última oportunidad ya tenía signo de derrota, por que no se toleraban, pensar en enlazarse y peor aún casarse; era una idea tétrica. No, no el no sería su alfa, no el no sería con quien tendría cachorros ni con quien se casaria y formaría un hogar.


Un Alfa para un Omega Where stories live. Discover now