El guardián del Edén.

Capitulo 1

Soy Lucía y tengo la edad suficiente para saber cuando mis padres se encuentran con sus amantes y sí, se todo el proceso del cómo y porque estoy aquí. La sorpréndete y asquerosa reproducción.

Pero no estoy aquí para contaros la vida de mis padres, quiero hablaros del alumno nuevo que llegó el trimestre pasado. Ese chico que me cambió la vida desde que puso sus pies en EL INSTITUTO GÉNESIS.

Todo empezó mientras estaba en un banco en el recreo comiéndome el almuerzo tan tranquilamente cuando Carla, mi mejor amiga, vino exaltadísima y me dijo que mirara hacia la entrada.

Cuando giré la cabeza sus ojos negros se enfocaron en mí, su mirada era tan profunda que me intimidó, volví a girar la cabeza rápidamente y le susurré a Carla.

- ¿Quién ese ese chico? – intenté mirarlo de reojo, pero justo se estaba acercando con la directora.

- Lucía, creo que pronto lo sabrás – Y la muy cabrona se fue tal y cómo había venido.

La directora se plantó frente a mí mientras ese chico salido de una película erótica estaba detrás esperando su turno de morderme el cuello. Por un momento, no estaba escuchando lo que me decía la directora, solo me fijaba en sus labios y su mirada observando el patio, tenía una cara un tanto peculiar pero que me tenía perdida. Su pose era atlética, su estilo era informal, pero con clase.

- ¿Te ha quedado claro Lucía? - No tenía ni idea, pero asentí con la cabeza - Cómo miembro del consejo estudiantil más te vale que lo mantengas informado de todo, es tu ultima oportunidad, lo comprendes?

- Si – Esta tía iba enserio.

- Muy bien, entonces David te dejo en manos de Lucía, te enseñara el instituto. Tengo que irme a una reunión importe. Y recuerda Lucía, una hora y a clase.

David se quedó frente de mi mirándome fijamente, mientras que la directora se alejaba, me sentía cada vez más indefensa. Mis hormonas estaban excitándose, olía demasiado bien y me mordí el labio inconscientemente.

- Si quieres besarme, tendrás que obedecerme- ¡QUÉ! ¿Este tío es así de arrogante? Le seguiré el juego pensé –

- Cuales son sus órdenes mi amo – Dije de forma sarcástica, pero de repente me cogió de la mano y sin darme cuenta me guio hacia el baño.

Una vez estábamos dentro de uno de los baños, me ordeno que le quitara la camiseta, me negué tímidamente, pero en el fondo tenía ganas de poder ver que tipo de cuerpo escondía ahí debajo. Poco a poco se empezó a acercar y mis pulsaciones se aceleraron drásticamente. Inclino su boca en mi cuello sintiendo su respiración calmada y su aliento caliente recorriendo mi clavícula, produciéndome una excitación. Mis pechos estaban reaccionando y él se dio cuenta. Me agarro la mano y la puso en su abdomen, con su mano encima de la mía sentía sus abdominales bajo la camiseta y me susurro al oído...

- Quítamela – En ese momento mis mejillas se sonrojaron-

Me soltó la mano, pero yo agarre su camiseta con fuerza mientras me derretía en su voz, me puso la mano en la mejilla y me miró los labios, él chico más sexy que había conocido en mi vida, iba a besarme.