Burbuja (KageHina)

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Era habitual encontrarse a Hinata en clase horas después de que sonara el timbre. Solía ser culpa de decenas de alumnes embobades por su sonrisa y las mejillas coloradas que le rodeaban esperando a que el hada se fijara en elles. Luego estaban las importantes, cuando lograba perderse entre la marabunta y volver dentro, solo, sin nadie que le molestara.

No quería sonar malo, Hinata quería a sus compañeres y aunque él contestara con un gesto quitándose importancia, toda esa atención le llenaba de una agradable satisfacción. Se hacía ver y la gente le miraba. Ese era Hinata Shoyo, la obra de arte de Shiz. Con el pelo naranja despampanante era difícil pasar desapercibido, aún recordaba las veces que de joven intentó cambiar el color para evitar comentarios de todo tiempo. Ahora, no puede estar más orgulloso de su cabello.

A Kageyama le gustaba pensar que es porque tiene la cabeza en llamas. Siempre moviéndose de un lado para otro, buscando qué hacer o decir en el momento preciso, sus ansias de mejorar hasta ser la mejor bruja. Creía que las emociones de Hinata eran tan fuertes que salían al exterior en forma de hoguera.

Él mejor que nadie sabe lo que es que tu vida esté condicionada por un color. ¿Acaso no es la bruja verde por excelencia? O más bien, la única. La piel de Tobio siempre ha sido más protagonista que él. Era el foco de las conversaciones y el mayor problema de sus padres, nunca el don mágico de su hijo, talentoso por naturaleza.

Kageyama había aprendido a verlo como una expresión de sí mismo ya que se le daba tan bien con las palabras. En eso se parecía mucho a la magia. Primero le hicieron creer que era verde envidia, uno feo que le envenenaba la sangre. Lo llegó a creer, no entendía la diferencia entre el rechazo y la admiración que le provocaba Oikawa. Pero eso es cosa del pasado. Ahora, sabe que su piel es su ambición, es su trabajo y parte de lo que le hace tan especial. Aunque cuando trabaje con Oz no le importaría deshacerse del color. Él ya sabe lo que vale, no necesitaba un recordatorio constante.

Mientras, podía practicar en las aulas, vacías y a los profesores les daba igual quién estuviera ahí (si no tenían ningún accidente). Había intentado en la biblioteca o detrás de esta pero les demás alumnes le molestaban. También en su habitación. El peor incordio de todos. Ese canijo de Hinata Shoyo incapaz de cerrar el pico un solo segundo. Debía investigar algún hechizo para eso.

Ya en la puerta, sujetando con dificultad los libros de teoría que iba a hacer realidad, cayó en que no sólo compartían cuarto. Hinata estaba ahí, mejor dicho, su mitad superior. A pesar de estar sumergido en el suelo hasta la cintura, Shoyo seguía con la boca abierta y berreando. Tobio se prometió que le pediría un hechizo silenciador al profesor Ukai. O unos tapones a su hermana.

—¡Kageyama! Kageyama estoy aquí, ¡ayúdame!

—¿Cómo has-? ¿Qué?

—No sé qué ha pasado, sólo intent- ¡AH!

Tirar los libros, correr y darle las manos a Hinata para que no se lo tragara el suelo. Se suponía que esa era una hora tranquila, pero ahí estaba, sujetando al pelinaranja como si fuera un bebé. Este miraba a Kags desde abajo, con un puchero, sintiéndose tan indefenso como un bebé.

—Haz fuerza que yo no puedo empujar —pidió.

—¡Deshaz el hechizo!

—Me partiría por la mitad.

Kageyama hizo bien en no responder. A veces le ponía de los nervios. Era la mejor hada de toda la escuela, que saliera él solito.

—A la de tres. —Le abrazó por debajo de las axilas y Hinata se sujetó con fuerza.

Colocó la cara sobre el hombro de Kags, no habían estado tan cerca desde el baile de invierno, hacía ya varios meses. Hinata se sintió culpable al ver a Tobio solo, sentado en una mesa vacía entre las sobras y vasos baboseados. Sacarle a bailar fue un impulso, por un momento, pensó que hasta un error. Eso fue hasta que Kageyama le puso la mano en la cintura y Hinata se permitió girar al ritmo de la música; la risa de Tobio sonaba muy bien con la melodía. Entonces dijo que fue una buena acción, ahora, se había vuelto un sueño.

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⏰ Last updated: Feb 21, 2022 ⏰

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Softober 2021Where stories live. Discover now