El destino de nosotros. 'TRADUCCION'

4. CELEBRACIÓN

__Mi pelo no está bien...

__Estás perfecta, no hay necesidad de hacer nada más, A-Jie. __Jiang Cheng podría estar diciéndole eso a su hermana por séptima vez ya, pero ella no le hizo caso, arreglándose el velo y el pelo frente al espejo sin hacerle caso. __Ese pavo real no sabrá qué le ha golpeado. Eres impresionante. Y si no le parece, tendré una charla con él, __dijo haciendo girar a Zidian en su dedo.

Jiang Yanli sonrió ante eso, sabiendo que su hermano y su futuro marido se llevaban mejor que en el pasado. Jin Zixuan había cambiado... Había cambiado mucho y se había convertido en alguien a quien ella quería aún más. En el pasado, ella nunca imaginó que fuera posible amarlo más, o que sus sentimientos fueran correspondidos. Se convirtió en una perspectiva aún más lejana después de la masacre en el Muelle del Loto y el dolor por el que todos pasaron...

El dolor por el que todavía estaban pasando. Miró a su hermano menor al pensar en ello.

__Ojalá A-Xian pudiera estar aquí, __dijo, sabiendo que en el fondo era un deseo egoísta. Habían hecho todo lo posible... A-Cheng había hecho todo lo posible por mantener a Wei Wuxian con ellos, pero no era suficiente y, aunque no era una experta en política, entendía las razones. Al final, ella también pudo mostrar sus trajes de boda a Wei Wuxian e incluso pedirle que diera a su primer hijo su nombre de cortesía.

Todo gracias a Jiang Cheng y Jin Zixuan. La política era la política y el matrimonio del único heredero de la Secta fue un revuelo... Al igual que su matrimonio, uno de los últimos Jiang. La dama de la Secta masacrada que tenía dos herederos omega.

__Lo sé. __Respondió Jiang Cheng, frunciendo el ceño ante la ligera tristeza en el aroma de su hermana. Si pudiera, traería a Wei Wuxian... Pero era imposible, su shixiong hizo su elección y Jiang Cheng tenía que atenerse a la suya mientras las Sectas de cultivo veían a Wei Wuxian como un enemigo. __No dejes que ese idiota arruine el día de tu boda, has estado soñando con esto desde siempre.

Yanli le sonrió, una hermosa sonrisa, ya no tan triste mientras se acercaba a Jiang Cheng y ahuecaba su mejilla con una mano. Su hermana mayor era mucho más pequeña que él... Jiang Cheng ni siquiera sabía cuándo había crecido tanto como él, encumbrado por encima de su hermana, pero una sonrisa se dibujó en sus labios cuando ella le tocó.

Su mano era cálida, y él sintió un frío inusual. Como familia, Yanli era una de las pocas personas a las que le gustaba el tacto, el olor y el calor de su presencia desde que se presentó.

__Mamá y papá estarían orgullosos de ti, A-Cheng. De todo lo que has estado haciendo, __porque sabía que su hermano no había dormido bien, trabajando para encontrar más discípulos, para llegar a acuerdos con otras Sectas, asegurar rutas comerciales para las aldeas de las que era responsable y tantas otras responsabilidades de las que no tenía ni idea. Todo sin ayuda, porque sus discípulos aún estaban siendo entrenados.

Aun con todo, todavía tenía su boda y muchos acuerdos que sellar con los jin, y Yanli sabía que su hermano acababa de llegar a Lanling después de cinco días de horrible calor. Por eso sentía la piel fría, necesitaba descansar y alimentarse bien, pero ahí estaba él... Cuidando de ella antes de la ceremonia porque sólo se tenían el uno al otro.

__Ellos también estarían orgullosos de ti. __Jiang Cheng no quiso discutir ni pensar que no... Sus padres difícilmente estarían orgullosos de él. Al menos su padre no lo estaría, probablemente se enfadaría con él por no mantener a Wei Wuxian en la Secta...

Estarían enfadados por muchas cosas, pero Jiang Cheng trató de no pensar en ello mientras hacía todo lo posible por Yunmeng Jiang. Ni siquiera tenía tiempo para pensar en otra cosa con su carga de trabajo habitual. Era agotador, pero convertiría a Yunmeng Jiang en la más grande de todas, y también en la más fuerte, para que nadie volviera a pensar en destruirla. Su Secta acogía a todos los que querían un hogar, alfa, beta u omega... No importaba, todos tenían su oportunidad, pero gestionar a tanta gente seguía siendo agotador.