Eternal love on earth and dome

Mi preciosa Makkari

Unos meses después de que los Eternos se separan, Druig formar un paraíso de pura armonía, su preciosa Makkari siente la necesidad de aclarar sus sentimientos por él. Por eso viaja a la Amazonas.

— Mi preciosa Makkari – dijo Druig al recibir un abrazo por parte de ella – ¿Viniste a verme? – pregunto con una sonrisa en el rostro –

— ¿Podemos hablar en privado? – mueve sus manos lento pero segura de que él le entenderá –

— Por supuesto preciosa – al tornarse sus ojos de oro dejo claro a la comunidad que quería absoluta paz mientras el hablara con Makkari –

Él la invita a pasar a su pequeña pero cómoda cabaña para hablar con tranquilidad. Makkari al principio se sienta nervioso porque no sabe como Druig se tome sus sentimientos.

— Yo... – sus manos se sintieron temblorosas por los nervios –

— Tranquila, tomate tu tiempo para hablar – Druig agarra una de sus manos que temblaba –

— Bien... – tomo aire – Después de que nos separamos de los demás he querido contarte... – volvió a sentirse nerviosa –

— ¿Si...? – pregunto con calma para no incomodarla –

— Que te amo... desde hace 7.000 años siempre te he amado – dijo ella esperando una reacción mala de él se por lo que se oculta sus ojos con las manos –

Para su sorpresa él reacción de la mejor de la que se imagina.

— Pensé que nunca me lo dirías preciosa – responde con una sonrisa dibujada en su rostro –

Le quita las manos de su rostro cariñosamente.

— Entonces tú... – dijo sin poder creerlo –

— Yo también te amo preciosa – dándole un tierno beso –

— En serio quise decirte antes pero tenía miedo de que cuando te lo contará me rechazarías – dijo la tímida Eterna – Puedo vivir con el rechazo de tofos pero nunca superaría no tenerte conmigo – confeso la velocista –

— ¡¿Sabes que yo menos soportaría no tenerte conmigo?! – dijo Druig que intenta ocultar lo loco que esta por ella –

Makkari no lo soporta más y le besa a lo cual Druig corresponde, sin romper el beso la lleva a su cama, entrelazan sus manos sus manos y juntan su cuerpo tan ardientemente solo separándole la ropa.

Makkari se asusta por la cercanía y toques de sus cuerpos por lo cual le detiene.

— ¿No... crees que... vamos demasiado rápido? – movió sus manos con timidez –

— Tienes razón, iremos por paso si es lo que prefieres – chocando tiernamente sus frentes – No quiero que acabemos como Ikaris y Sersi – bromea –

Acostados uno al lado del otro rompiendo toda clase de espacio entre ellos.

— Como ya sabes que me gusta coleccionar objetos antiguo viajo todo el tiempo así que... – interrumpida por su novio –

— Te permito buscar tus juguetes pero debes venir a visitarme ¿de acuerdo? – dijo serio pero cariñoso –

— De acuerdo – dándole un beso en la frente –

Pasaron toda la noche durmiendo abrazados.

— Te prometo que siempre te estaré visitando, así que no me extrañes tanto – bromea tiernamente con Druig –

— Más te vale mi preciosa Makkari – despidiéndose con un beso muy apasionado –

Así fue como su rutina cambio de aburrimiento a diversión con pasión. Makkari después de lograr cachar su próximo juguete de colección se lo mostraba a Druig, lo guarda en el domo y pasan la noche juntos.

Por supuesto, los pueblerinos se habían acostumbrado a sus constantes citas y baños en el río es las tardes. Se dirigían a ella de la misma manera que a Druig, como una jefa. Jugaba con los niños una de las cosas que mas le gustaba Druig observar de su novia.