virgen - mikey.

【1】

la castaña estaba utilizando su telefono, ya que, su madre estaba enferma y se encontraba sola en casa.

resoplo esperando una respuesta de su progenitora por unos cuantos minutos hasta que se dio por vencida, no le habia contestado ni las llamadas ni los mensajes.

- hi. - corrio su mirada hasta toparse con aquel rubio de ayer, ella solo hizo una mini reverencia para volver a su telefono. - no hace falta tanta cordialidad. ¿todo bien?.

- si. - su respuesta salio un tanto seca, su mirada fria y sus pensamientos comenzaron a culparla. - lo siento, no quise responder de esa forma.

- tranquila, esta bien.

el mayor de ambos alzo sus pulgares siendo completamente ignorado otra vez.

- oye, te ves rara, ¿seguro estas bien?. - insistio. - no finjas, que ya lo sé todo, soy mayor que tú.

la menor rodo sus ojos divertida, sabia que el no se le habia acercado solo porque si. conocia los rumores que hasta el o su hermanita confirmaban, aunque tambien era consciente de que ella tampoco era de su tipo.

si bien tenia pechonalidad, unas nalgas formadas, muslos un tanto gruesos, caderas anchas y un rostro aceptable, su personalidad y gustos arruinaban todo. era un tanto distante al principio, cuando agarraba confianza sus actitudes podian variar demasiado, le encantaban las cosas para niños o vestir "desaliñada", era desordenada y sus calificaciones eran del promedio.

- agradezco tu preocupacion, pero no pienses que con eso voy a atarme a tus sentimientos. - se apresuro a decir luego de pensarlo. - prefiero seguir siendo una compañera de emma, lo siento.

"auch", penso manjiro. le habia dado directo a su ego.

una menor lo habia rechazado.

- tranquila, no te hablaba en ese sentido... - se intento excusar. - solo te hablaba para decirte que emma esta enferma en casa, necesita la tarea de hoy y alguien que le explique.

rasco su gemelo izquierdo con la punta de su pie derecho, se habia puesto un poco nervioso con lo directa que fue, no esperaba que una cara tan bonita tuviera una boca tan peligrosa.

- oh, claro, ¿que dia?. - su rostro cambio por completo, ahora estaba un tanto mas empatico, por asi decir.

habia notado la falta de sano, sin embargo, no se preocupo por el motivo.

- no lo se, ¿puedes hoy?.

acomodo sus lentes, no podia.

- ¿que tal mañana?.

- ah, claro.

lo habia vuelto a rechazar.

su corazon comenzaba a crujir de tantas flechas que le estaba lanzando, una tras otra.

- mmmh, dame tu telefono para mandarte la direccion. - sonrio el joven amablemente.

- no es molestia, tengo el numero de emma.

y por tercera vez lo habia rechazado.

- esta bien. - forzo una mueca.

- no es tu primera vez, ya me di cuenta. - la niña hablo volviendo a su seriedad. - con permiso, debo irme a casa, mis fuerzas a emma.

escapo tan rapido como pudo sonriendo, era tan satisfactorio verlo esforzarse por una chica tan simple y comun como ella.

mientras tanto, el solo se quedo mirando fijamente la pared, procesando todo lo ocurrido en un tiempo tan corto.

- bueno, lo intentaste. - su amigo de gran estatura acaricio su hombro.

- ¿quien es ella, kenchin?.

- no lo se, nunca la habia visto.

ambos se dieron media vuelta, definitivamente ella era un misterio que averiguaria a fondo.

caminaron hasta la salida, esta vez draken había ido en bicicleta con un mikey extra, por lo cual, tambien deberia devolverse con el.

pedaleo rapidamente hasta dejarlo en casa, saludo a su familia y se marcho.

-kyoko me llamo. - la mujercita comenzo a hablar. seguia en su pijama largo de color rosa, se encontraba revolviendo una taza de te sobre una encimera de espaldas a su hermano. - pregunto que dia podia venir y me extrañe mucho, ¿sabes?.

mikey estaba sentado en la mesa con sus piernas abiertas y brazos sobre la gran madera, emma dejo su tazon bruscamente sobre esta asustandolo.

- ella sabe que no te acercas solo por preocupado o buena gente. - se acomodo frente a el. su nariz estaba roja, sus orbes verdes comenzaban a irritarse y su piel estaba un tanto palida.

- yo no le hable con esas intenciones. - se defendio. - esta malinterpretando las cosas.

vio a su hermana asentir mientras bebia el liquido amarillento-cafe, trago saliva medio curioso, tenia miedo de que su hermana de haya molestado por enterarse de aquello.

- da igual, la cosa es que estaba un tanto afligida porque su madre se enfermo. - volvio a batir su taza. - dijo que a penas mejore, vendra.

una pizca de sudor se hizo presente en el rostro del hombre, tal vez por eso ella habia actuado asi y lo habia "rechazado".

tal vez, si tenia oportunidad.

- ¿ella esta bien?. - sonaba interesado, se habia interesado.

- al parecer no, su voz estaba comenzando a quebrarse. - volvio a sorber.

- la proxima vez dile que ya no llore, ya no tema, ahora cuenta con los invencible sanos. - alzo su puño sonriendo, emma carcajeo y asintio feliz.

- le dare tu recado.

- gracias. - la miro sin dejar de mostrar sus perlas blancas, adoraba verla reir. - ¿como te haz sentido?.

- bien, el abuelo dijo que es una simple gripe, no hay de que preocuparse, se pasara en unos dias.

- o quiza se te pasara si ves a kenchin de nuevo, cuando te saludo ni parecias enferma. - la molesto, ella gruño unos segundos. - mañana lo traere.

- idiota. - sus mejillas se inflaron. - ¿crees que draken se interese mas en mi si le haga "esa" demostracion de amor?.

su semblante contento cambio a uno serio.

- ¿que te hace pensar eso, emma?. - ahora mostraba enojo. - eso no es todo en el amor.

sin embargo, las chicas debiles que caian por el no tenian un control logico-emocional y pensaban eso.

- tienes razon, es cosa de verte a ti y a tus chicas... - los hombros de ella bajaron. - ya no se que mas hacer.

- dale tiempo, es asi. - las ganas de delatarlo carcomian sus labios hasta que el telefono de la rubia comenzo a sonar.

- ¿kyoko?. - le hizo un ademan para que se acercase, estaba llorando.

- tranquila, que aquí estoy.

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No finjas, que ya lo sé todo, soy mayor que tú
No pienses que con eso voy a atarme a tus sentimientos
No es tu primera vez, ya me di cuenta
Ya no llores, ya no temas
Eso no es todo en el amor
Tranquila, que aquí estoy

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