Capítulo 18

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-Sí, lamento la tardanza. La profesora de medicina me retuvo un poco. – se acerca. El profesor Owen se levanta, así que hago lo mismo.

-Mira – empieza Owen –, ella es Arabella, la que te acompañará en el escenario. Arabella, él es Oliver.

-Mucho gusto. – decimos mientras estrechamos mano. Su mirada es dulce pero penetrante. Y yo que decidí vestirme tan mal ahora.

-Bueno, tomen asiento ambos, discutamos el tema.

Ambos tomamos asiento frente al profesor Owen. Oliver me mira de reojo.

-Saben que La Graduación se acerca y soy el encargado de regalar un acto especial. Son los mejores alumnos que tengo, y por eso decidí unirlos. La Graduación será bastante formal, por lo que los necesito formales a ambos. Y con respecto a la canción, será una canción elegida por mí, sin discutir, chicos; es magnífica y sé que tú Arabella la podrás interpretar. Pero tendrán que practicar mucho, quiero que salga perfecto. Tienen tres semanas para prepararla. Está es la canción – nos muestra un papel donde ha escrito el nombre de la canción y el autor. Asentimos. – Quiero que empiecen a ensayar desde mañana. Y por cierto, mañana conocerán a los demás que tocarán con ustedes, porque sería menos espectacular si sólo hay un piano y una voz. – nos guiña. – Espero verlos mañana a las tres, justo aquí, chicos.

Se levanta y se va. Oliver y yo nos miramos, sin saber qué decir. Suspira y rompe el silencio.

-Él es raro. – asiento.

-Lo es. ¿Ya habías escuchado esa canción?

-Sí,  es hermosa. Pero… es difícil de cantarla. Si Owen te eligió, es porque debes tener un gran talento.

-Bueno… gracias. ¿Y…? – en eso, la puerta se abre y aparece James. Mira a Oliver con desprecio, luego a mí.

-Amor, ¿Qué haces aquí? - ¡¡¿¿QUÉ??!! ¡¿AMOR?! ¿Qué demonios? – Y con este.

-¿He? – es lo único que puedo articular. Estoy en shock. James entra y Oliver se levanta.

-Soy James, el novio de Arabella. Un gusto. – James le tiende la mano y Oliver la estrecha, tan educado como puede ser.

-Soy Oliver.  – me levanto de mi asiento, tan confundida y enojada.

-¿Y qué hacen? – James pone su brazo alrededor de mis hombros y me jala hacia él. Me aparto inmediatamente. Oliver levanta sus cejas.

-Nada. Adiós, Oliver. – Digo, cortante y salgo volando de ahí.

¿Qué demonios le ocurre a este pendejo? ¡Jesús, estoy tan enojada!  Sale humo de mis fosas nasales. Lo odio. ¿Por qué tiene que actuar de esa manera? ¿POR QUÉ ARRUINA TODO?  Camino zumbando por los pasillos y escucho pasos detrás de mí.

-Arabella…

-¡Déjame! – grito. Ni siquiera me volteo.

Salgo al campus, donde empiezo a correr. ¿Lo peor? Que no tengo en dónde irme. ¿Es en serio? ¡Estoy seriamente, jodidamente, enfadada! Lo escucho correr, pero trato de correr más rápido. Me canso y me volteo, tengo frente a mí su duro pecho. Y empiezo a golpearlo, tan fuerte como se me es posible. Golpeo su pecho con mis puños, y maldita sea, ni siquiera hace una jodida mueca de dolor. Grito con frustración, porque no le duele. Entonces, levanto mi rodilla y le doy en la entrepierna. Oh, sí, ésa es la reacción que quería ver: James haciendo una mueca de dolor y tirado al suelo, tomando entre sus manos su parte. Suspiro, con satisfacción y me voy caminando tranquilamente, incluso feliz de que lo logré.

Ni siquiera volteo a verlo. Salgo del campus y justamente el autobús se detiene frente a mí. Me subo, pago y me siento. El 10% de mi enojo se ha evaporado. Miro por la ventanilla y de pronto, tengo sueño. El autobús es un poco rápido (sorprendentemente) y me bajo de este. Camino una cuadra y entro a mi apartamento. Ashley está sentada, con una taza de café.

Touching Your Dark SoulWhere stories live. Discover now