El Misterio De Un Bosque- Kakuiza

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Kakucho se siente muy avergonzado mientras se bañan juntos, le da pena que vean su cuerpo desnudo.

—Eres muy tímido, Hitto-chan— se ríe Izana.— Ya toque tu-

El pelinegro deja de escuchar cuando tapa sus oídos.

Ve la risa de Izana y como comienza a salir del agua de la ducha para enredarse una toalla en su cuerpo.

—¡No tardes mucho, Hitto-chan!— y cierra la puerta.

El más alto comienza a reír con las mejillas rojas y no tarda mucho en salir.

Ve una muda de ropa en la cama y se la comienza a poner.

—Buen culo— se ríe Izana cuando comienza a ponerse la ropa interior.

Kakucho le da una mala mirada con la cara roja.

—Ya perdón, me doy la vuelta— se giro y siguio secando su cabello.

Kakucho resoplo y se volteo a terminar de cambiarse. El ocaso se veía a través de los árboles y el fuego de una fogata se comenzaba a encender en medio de la plaza del pequeño pueblo.

Los tonos naranjas, morados y azul oscuro adornaban el lugar. Lámparas de aceite se encendían en las pequeñas pero pintorescas calles del lugar.

—Vamos, Hitto-chan, esta apunto de comenzar.— comienza a tirar de la mano a Kakucho, sosteniendolo con suavidad. En medio de todo el lugar, una fogata gigante se asomaba.

•••

Kakucho estaba en silencio, tomando un vaso de jugo de limón que se le había entregado.

Los 4 hermanos hablaban de temas que el desconocía así que no podía aportar mucho a la conversación y también por que no podía hablar, pero detalles.

Se concentro en mirar el cielo estrellado y daba vistazos a la fogata gigante.

—Oye— salta en su lugar y deja caer su jugo en el suelo cuando siente una mano en su hombro y una voz a sus espaldas.— Ah, perdón, no era mi intención.

Se disculpo un chico de pelo blanco y ojos violetas que conocía muy bien.

Traga saliva y lo mira fijamente.

—Waka— saludo el pelinegro mientras se levantaba y besaba sus labios.

—Shin, ¿te importa si me lo llevo?, me gustaría presentarle a Yuzu-chan— hablo un poco más con el pelinegro y este junto a Izana terminan aceptando que se lleve a Kakucho— ven, sígueme, me gustaría presentarte a alguien más.

Se levanta de su lugar y sigue al peliblanco con pasos tímidos, pero sigue observándolo con atención.

—Soy Imaushi Wakasa— se presenta el chico— ¿Tu eres Kakucho Hitto, no?

El de cicatriz asintió sin saber como o por que sabe su nombre.

—E oído mucho sobre ti.— siente un escalofrío por el tono estoico del peliblanco.

Llegan a una mesa donde una chica de pelo castaño los observa. Y Kakucho sabe exactamente quien es.

Shiba Yuzuha.

—Hola— saludo dulcemente. Agitó su mano en forma de saludo, aun tratando de salir del shock.— por favor, sientate.

Kakucho se sienta observando a los dos de forma sería.