Sherlyane:
—Es maravilloso. —Pronuncio al ver la suite, no hay nada que no haya visto a excepción de la vista que tengo en la terraza, me he hospedado en tantos hoteles, pero ninguna tiene una vista nocturna tan esplendida como esta.
Me acerco al balcón colocando las manos en la baranda.
Los brazos de Bruce no tardan en atraparme por detrás y me volteo con las manos sobre su torzo, mientras las suyas se adentran en la falda de mi vestido y me toca el culo, la caída la sube a mi cadera dejando la vista de mi trasero a cualquiera que se le ocurra mirar hacia arriba, aunque sean hormigas para nosotros.
Bruce me besa y se pega contra mí, mis brazos se cuelgan y mi trasero se sostiene de la baranda de metal, viajo mi tacto a su espalda y elevo las piernas a su cadera, nuestro beso se ve interrumpido por el movimiento de caderas que ambos generamos
—Que duro estas. —Me froto.
Su boca me guía y echo la cabeza hacia atrás, permitiendo que bese mi cuello, sus labios succionan y mis uñas se entierran en su cabello, pero justo cuando acabamos de ingresar, el timbre de la suite suena a lo alto
Bruce se aparta de mí. —¿Esperamos a alguien?
Sonríe. —Ya lo veras.
(***)
Nos sirven la cena en la terraza, junto a los muebles, hay una barra completa de sushi y postres salados y de chantilly, también hay dos botellas de vino, la misma que nos sirve atención a la habitación antes de retirarse.
Tomo lugar junto a Bruce, sentándonos entre tantas almohadas sobre el suelo y quedamos a la altura de la mesa de centro, el mismo lugar donde está la comida, la que devoramos rápidamente.
—¿Cangrejo y aguacate? Me queda uno. —Cojo el sushi con los palillos chinos y le ofrezco el ultimo que queda, lo recibe y se lo acaba enseguida. —Cuando me dijiste que escogiste el lugar, aun después de saberlo no imagine que sería una cena incluida.
—No tiene por qué ser incomodo por eso.
—No he dicho eso. —Lo tomare así y no como lo que parece, una cita. Me llevo a la boca hasta llenarme y cuando acabo, agradezco por la cena.
—¿Postre? —Pregunta y veo como coge uno de los pequeños pasteles con crema.
Sonrio inclinándome hacia él y recibo el pastelillo en los labios, le doy un mordisco y retrocedo con una nueva sonrisa.
Bruce se empieza a desnudar, iniciando por la camisa y le sigo el juego haciendo los mismo, pero con la parte de abajo, me admira mientras cada prenda abandona mi cuerpo y cuando no hay nada de barreras, toma el siguiente pastelillo deslizando la crema sobre mi cuello hasta el centro de mis senos y acabar sobre los pezones duros.
Sonrio retirando mi cabello y me ordena acostarme sobre las almohadas, y unos minutos después me encuentro en esa posición, con la boca de mi jefe saboreando la crema untada en mi cuerpo, vamos lento esta vez y disfruto de cada sensación que me causan sus lamidas antes de que me deje la piel totalmente pegajosa, Bruce intenta aprisionarme, pero acabo por empujarle del torso y me subo sobre él, lo monto con sus manos en mis caderas y llevo el control con la maravillosa vista del hombre que yace debajo de mí.
—Mas rápido, Sherlyane. —Me sujeto el cabello y lo levanto, mientras mis caderas dejan el juego de provocarlo y toman fuerza.
—¿Así...?

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El Infierno en Tacones
ChickLitCuerpos perfectos, rostro angelicales. Niñas mimadas y también ricas Sherlyane, Kamryn & Harmony. Las hermanas Kluger, nacidas en cuna de oro lo tenían todo, empezando por una belleza envidiable, posición y poder. Y todo eso acabo en segundos.