Jugando con la suerte (+18)

Capitulo 3

Nos adentramos en el oscuro pasillo hacia la oficina, siento los ácidos de mi estomago en mi boca y me coloco las manos alrededor tratando de controlar la arcada, Raquel se da cuenta y me sujeta de los hombros para que me enderece.

—Solo relájate, no es para tanto, eres muy hermosa, pero tienes que estar segura de que lo eres para que los demás te lo crean —Me consuela en voz baja acariciando mis rizos.

—Tengo confianza en mí, solo estoy un poco nerviosa porque no quiero defraudar al jefe —Explico mientras me vuelvo a enderezar y la miro a los ojos —¿No estabas nerviosa cuando entraste por primera vez? La gente dice que son mafiosos de alto rango los que se encuentran ahí.

—No creas en todo lo que dicen, ahí estarás más protegida que afuera, créeme —Dice sacando un paquete de chicles ofreciéndome uno, lo tomo y lo entro en mi boca enseguida —Mastícalo un poco y lo botas antes de entrar, es de mala educación y te desconcentra.

—¿Tu dándome clases de etiqueta y protocolo? —Suelto una risa burlona y escupo el chicle en el cesto de basura del pasillo.

No dice nada y seguimos hacia la oficina donde Víctor está de pie con otras chicas y parte del equipo de seguridad que vi afuera del casino, algunas chicas voltean a mirarme cuando me acerco, miro hacia mi derecha y veo al chico nuevo que vi en la entrada observándome con los demás agentes nuevos.

—Los reuní aquí antes de subir para presentarles a ustedes chicas los nuevos miembros de seguridad que estarán acompañándolas y a Madelaine —Informa Víctor tendiendo su mano hacia mí, la tomo y me coloco a su lado —Estará solo por hoy con ustedes, pero quiero que la hagan sentir cómoda y que sepa que puede contar con ustedes en cualquier momento.

Todos asienten y algunas chicas empiezan a susurrar entre ellas sin ningún disimulo.

—Ya se pueden ir, algunos miembros ya han llegado y necesito que bajes y me avises —dice mirando a Raquel —cuando él ya esté en el casino, por favor, la reunión empieza dentro de 10 minutos si no ha llegado todavía igual bajas para que acompañes a Madelaine a arriba.

—Si señor —Asiente y se retira acompañada de los demás, el último en salir es el chico nuevo quien me dedica una mirada antes de cerrar la puerta.

—¿Estas nerviosa? —pregunta Víctor volteándose a mirarme.

—Estaba, pero ya estoy más calmada —miento mirándolo a los ojos, ahora estoy el doble de lo que estaba antes.

—Es normal, tranquila que solo estarás por hoy —dice mientras me acaricia la espalda —esperemos que Sebastián decida suministrarnos las armas sin darnos muchos inconvenientes.

—¿Estas volviendo a hacer negocios ilegales? —indago mirándolo expectante.

—Ya te he dicho que nada de lo que hacemos aquí es ilegal y no lo volveré a repetir ni tu tampoco, ¿entiendes? —me reclama alzando un poco la voz.

Asiento y 5 minutos después tocan a la puerta, es Raquel quien entra dirigiéndose hacia Víctor.

—Sus invitados están aquí señor —avisa y dirige su mirada hacia mi — todavía no ha llegado Sebastián, pero puedes acompañarme hasta que esté aquí.

—Si, acompáñala yo subiré tan pronto como acabe con la reunión —dice Víctor acercándose y plantando un beso en mi frente.

Asiento y camino hacia la puerta siguiéndole el paso a Raquel, hay dos seguridades esperándonos afuera, uno de ellos es el chico nuevo que me dedica una sonrisa cuando me ve y ahora si me percato del nombre en su camiseta "Andrew".

—Estarán pendientes de ti y te ayudaran en cualquier cosa que necesites, sinceramente no entiendo porque necesitarías más seguridad de las que hay arriba, Sebastián nunca se ha propasado con ninguna de nosotras, aunque quisiéramos que lo hiciera —Dice lo último sonriendo mientras cierra la puerta de la oficina.

—¿Por qué querrías que hiciera algo así? —cuestiono mirándola a los ojos cuando se voltea.

—No seas estúpida, es el sueño de toda mujer, es rico y además guapísimo, tiene una reputación que deslumbra a cualquiera.

—¿Una reputación de infiel, prepotente y criminal quieres decir? —volteo a mirar a Andrew y veo una pequeña sonrisa queriéndose asomar de sus labios.

—Eso dices ahora, ya verás cuando lo conozcas.

¿Cuándo lo conozca? Solo quiero que esta noche se acabe y volver a casa, no quiero conocer a ningún estúpido con complejo de Dios, no puedo suponer cosas de una persona sin conocerla, pero si la gran mayoría de las personas lo dicen, ¿Por qué no podría ser verdad?

Salimos del pasillo con los chicos detrás de nosotras, Raquel nos guía y gira hacia la izquierda en otro pasillo, abre la puerta al final del pasillo y un equipo de seguridad se hace presente frente al ascensor.

—¿y ella quién es? —pregunta un moreno musculoso a Raquel.

—Solo estará hoy por órdenes de Víctor, pregúntale y quítate de mi camino —ordena Raquel mirándolo desafiante.

—¿Y ellos también? ¿No crees que ya hay mucha seguridad arriba? —vuelve a preguntar el moreno abriéndonos paso.

—Sabes que yo no hago las reglas de aquí, solo estoy trabajando al igual que tu —entramos al ascensor y Raquel marca el segundo piso, subimos y los nervios se me disparan de repente, esto es demasiado emocionante.