Capitulo #17

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Maratón 1/?

(Sydney)

Chocamos contra un enorme roble y el auto se detuvo. Abrí los ojos y note que el roble nos había salvado de seguir descendiendo por ese horrible acantilado, que parecía una rampa de la muerte.

-¿Todos están bien?- Rubén volteo a vernos.

Yo asentí y Willy me imito. Vegetta solo se encogió de hombros. Alexby miraba por la ventana, como si estuviera buscando algo. Mangel seguir aferrándose contra su asiento y cinturón de seguridad.  

-¡Coño, estamos en medio de la nada!- grito Alex.

-¡No me digas!- exclame.

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Observe los árboles. La mayoría media al menos unos tres o cuatro metros. Eran bastante altos y a la vez terroríficos. Las ramas casi no dejaban pasar la luz del sol, lo cual hacia que el bosque se viera más tenebroso y oscuro de lo que realmente era. Además, de que el cielo se estaba nublando, para nuestra muy buena suerte.

-¡Perdimos una llanta!- grito Mangel, revisando el auto- Seguro fue cuando rodamos violentamente colina abajo.

-¡Vamos a morir!- grito Alex- Los lobos van a encontrarnos, luego nos van a comer.

Sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo. ¿Y si Alex estaba en lo correcto? Yo no conocía mucho sobre bosques, refiriéndome a su tipo de flora y fauna. Nunca me interesaron este tipo de materias en realidad. Ni la escuela en concreto.

Pero, volviendo a lo del bosque... ¿El cuento de "caperucita roja" tiene un bosque como contexto, no? Y el antagonista es un lobo. ¿Vamos a morir?

La vida es tan frágil. Puede que un día estés, como que al siguiente no. Puede ser un accidente, algo apropósito o algo natural. Mi madre simplemente se esfumo. Parecía una mañana cualquiera. "Nos vemos más tarde, pequeña, preparare tu comida favorita al regresar. Tenemos algo que celebrar." Me había dicho ella esa mañana, antes del accidente. Y no volvió jamás. Me la habían arrebatado injustamente. Aunque, dicen que las cosas pasan por algo. Aún sigo esperando ese algo. Estoy segura que nada compensara el hecho de que mi madre está muerta, pero, ¿Qué más da? Sigo esperando la razón por la cual me arrebataron a mi madre. Básicamente, eso me mantiene viva por ahora.

Mire a Rubén. Tenía el ceño fruncido y parecía preocupado. Imaginaba que se sentía culpable.

-Si morimos, quiero que sepan que siempre los quise- Alex nos miró a todos- Y Mangel, yo me comí tu bizcocho esa vez.

Mangel estuvo a punto de decir algo, pero yo lo interrumpí.

-¡Cierra la boca!- grite, luego me tape los oídos y sentí fuerte ganas de llorar.

Que patética manera de morir. Pero, qué más da. Al menos estoy con las personas que realmente quiero. Tal vez no llevamos mucho tiempo de conocernos, pero ellos se habían ganado mi entera confianza. Me sentía a gusto con ellos. Sentía que con ellos debía estar.

-Al menos Alex no ha mencionado nada sobre creepers- dijo Vegetta, tratando de tranquilizarme.

-O arañas, esqueletos, zombies...- dijo Willy, contando con los dedos de las manos.

Los mire incrédula. Literalmente, me sentía histérica y jodidamente asustada, ¿y ellos se ponían a hablarme de un estúpido videojuego, en el cual ni siquiera era buena jugadora?

Sentí un extraño coraje surgir de mi interior, queriendo salir desesperadamente. No sabía la razón por la cual me sentía así. Tal vez era que estaba decepcionada. Tal vez era que tenía miedo, no solo de estar en este bosque. Tal vez es que muchas cosas pasaban por mi cabeza y necesitaba alguna manera de librarme de todas las cargas que me atormentaban.

•La Búsqueda• {Rubén Doblas}Where stories live. Discover now