Furia Roja©──｢ɴᴀʀᴜᴛᴏ ғᴇᴍ｣ ||PROXIMAMENTE||

Furia Roja

Los personajes no me pertenecen, todos los derechos a Masashi Kishimoto; los edits tampoco, créditos a sus respectivos creadores.

Si quieren una dedicatoria pídanlo en los comentarios.

Ahora si, a darle con la historia.

●●●

Prólogo.

Kushina sabía que clase de carga estaba dejando en manos de su única hija. Y tenia miedo. Miedo a perderle, medio a fallar, las palabras de su tía en su cabeza estaban allí, repitiéndose para su memoria.

Minato suspiro, y se acerco a su esposa, este la atrajo a un abrazo. Kushina se relajo al sentir el pecho de su esposo en su espalda. Ella boa que el odiaba esto tanto como ella. Naruko no lo merecía, no su bebé. Pero era por el bien de la aldea. No podían seguir mantenido a la bestia apresada en la Kohaku no Jōhei (Vasija Ámbar de Purificación). Sabían que como uno de los cinco tesoros sagrados que había dejado el sabio de los seis caminos, la vasija de gran tamaño tenia la capacidad única de sellar a cualquier persona, o animal dentro suyo, inclusive a las bestias con cola.

Su clan, había protegido estas reliquias durante generaciones, los cinco tesoros habían estado ocultos en las bóvedas del clan Uzumaki, incluso ante de la formación de las aldeas ocultas. Esta armas de gran poder, habían sido recolectadas por su tatarabuelo, y habían sido ocultadas, para que los humanos no trataran de usar es poder de las formas equivocadas.

Cuando se crearon las seis grandes aldeas ocultas. Y su tío Senju Hashirama había apresado a las bestias con cola, luego de que Uchiha Madara manipulara al nueve colas, para destruir a Konoha. Y Hashirama lograra matar a su rival, y viejo amigo. Su tío había creído que dejar tal poder suelto en la sanciones elementales, era demasiado, así que para mantener el equilibrio de poder, repartió a los nueve bijuu, luego de casarlos, entre las aldeas. Dos para Iwa, dos para Kumo, dos para Kiri, uno para Suna, uno para Taki, y el Kyubi. El más poderosos de las nueve bestias, fue encarcelado. Hashirama sabia que el chakra de los bijuu era demasiado corrosivo, y no habría podría resistir que se le implicara sellar tal poder. Nadie excepto los miembros de su clan. el Uzumaki. Con su increíble, y poderosos chakra, solo un Uzumaki podría contener, y lograr suprimir al demonio zorro de nueve colas.

Su tía, teniendo su chakra especial, que pocos incluso dentro de su clan heredaron, un chakra tan espeso, y poderosos, fue la única, y la primera en llevar tal carga y responsabilidad. El problema fue, que su tía había muerto hace casi dos generaciones. Kushina aun era muy joven, apenas y podría recordarla. Y su padre, sabiendo de la necesidad de mantener al Kyubi alejado de las naciones, sin que alguien tratara de usar su poder, había llegado a un acuerdo con Senju Tobirama. Solo un Uzumaki podría mantener a raya al zorro. Así que se pacto entre ambas aldeas, mejor dicho entre el clan Senju y el Uzumaki, que nadie debía conocer, que el zorro cuando su tía muriera, debía ser llevado a Uzu, y sellado en un nuevo contender. Para que así este estuviera a salvo, y nadie sabría de ello. Las naciones elementales podrían creer que le poder del Kyubi estaba en Konoha, pero la verdad era que estaba oculto, en Uzu.

El problema había sido que desde la muerte de su tía, el Kyubi se había quedado sin recipiente perfecto. Parecía que desde Kushina, quien en el clan había heredado el mismo tipo de chakra que su tía, nadie mas lo había hecho. Nadie, excepto su propia hija. Naruko.

Kushina se giro en los brazos de su esposo, y lo abrazo contuerza. Ella tenia miedo. Kushina no estaba segura de esta decisión, pero como la Uzukage, sabía que necesitaba sellar al Kyubi, y solo su bebé tenia el poder para hacerlo.

— Es mi pequeña, Mina-kun... mi bebé.— Kushina dejo escapar un sollozo, solo con su esposo podría permitirse tal debilidad. Minato arrugo sus labios, y trato de consolar a su esposa.