➪ ; LOVERS - CREPÚSCULO - [Paul Lahote, Rosalie Cullen]

- 1.7 -

Elizabeth estaba alegre esperando a que Lahote llegara por ella.

Les había dejado la cena lista a Bella y Charlie, a quienes había convencido de ir a hacer las compras juntos para que pasaran tiempo de calidad entre ellos.

Aunque también había sido para que no estuvieran cuando Paul llegara.

No mentiría, estaba bastante nerviosa. Esta era su primera cita en más de 4 años y no sabía que hacer en realidad. Además, Paul le había parecido bastante atractivo.

A las 4 en punto, tocaron la puerta de su casa.

Con alegría y nerviosismo se paró tomando su bolso y su chaqueta, para después abrir la puerta.

Paul estaba frente a ella con una pequeña sonrisa y un ramo de tulipanes rojos. La chica sonrió enternecida.

-Hola, Paul.

-Hola, Liz. Yo, uh, te traje esto.- dijo nerviosamente el chico mientras le entregaba los tulipanes que la chica tomó con delicadeza.

-Muchas gracias, Paul. Están preciosos.

-Los compre por eso, son igual de preciosos que tu.

Ambos se vieron fijamente en la entrada unos segundos, después, Elizabeth se acercó con rapidez a darle un beso en la mejilla y corrió hacia las escaleras.

-¡Los dejare en mi cuarto!- gritó la castaña antes de desaparecer al piso de arriba. Paul la vio con una sonrisa tonta.

No mas de dos minutos después, la chica bajó, Paul estaba recostado en el marco de la puerta.

-Ya podemos irnos- sonrío Elizabeth.

-De acuerdo.

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Ambos jóvenes habían ido a comer a un restaurante a las afueras de Forks, donde la habían pasado bastante bien pues ambos habían logrado comunicarse sin problema alguno.

Cuando menos se dieron cuenta, ya habían pasado 3 horas platicando en el lugar.

Ahora mismo, se encontraban caminando tomados de la mano hacia donde habían dejado el auto estacionado.

-Gracias por esto.- le dijo Paul de pronto.

-¡Oye!, yo debía agradecerte por aceptar salir conmigo- hablo Elizabeth riendo.

-Gracias por invitarme a salir- hablo Paul divertido.

-No hay de que.- respondió Elizabeth de la misma forma.

Al llegar al auto, el camino fue silencioso, pero en ningún momento incómodo.

Elizabeth estaba alegre, la cita había ido bien y su conexión con Paul había sido increíble.

Por otro lado, Paul estaba más que fascinado de poder conocer a su impronta personalmente, incluso ahora se sentía mas apegado a la chica.

Cuando no faltaban más de 10 minutos para que llegaran a la casa de la chica, Paul se atrevió a poner su mano sobre la rodilla de la chica, quien no se inmutó ante el toque.

Elizabeth volteo su rostro hacia la ventana sonriendo y levemente sonrojada, seguidamente, Elizabeth puso su mano sobre la del chico.

Ambos iban con grandes sonrisas.

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Ya habían pasado unas semanas desde el primer encuentro de Paul y Elizabeth, quienes actualmente, se veían diario.

Ambos no eran algo fijo aún, cosa que tenía a la chica algo insegura, pues comenzaba a pensar que tal vez Paul no quería estar con ella y solo era la imprimación.

Por otro lado, Paul aún no encontraba la manera de decirle formalmente a la chica que fueran pareja.

Elizabeth había sido quien durante este tiempo había sido la más aventada y atrevida, cosa que ponía extremadamente nervioso a Paul y le impedía ser él el que diera ese primer paso adecuadamente.

Actualmente, ambos estaban en casa de Sam junto a la manada, pues estos estaban descansando un poco de las pesadas guardias que habían estado haciendo por culpa de Victoria.

-Cocinas increíble, Beth.- hablo Embry con la boca llena. Elizabeth rio.

-Gracias, Em.

Paul gruñó, causando que Elizabeth le diera un pequeño golpe en la nuca.

-Gracias a ti, Beth. Nos cocinas casi todos los días y comemos como 10 veces lo que tú comes- le dijo Jared chupándose los dedos causando que la chica riera.

-No hay de que, me gusta hacerlo.- dijo Elizabeth alzándose de hombros.- ademas, no puedo imaginar lo cansado que es estar vigilando y cuidando el bosque de la loca esa.

De pronto, Sam se paró con rapidez, Jacob hizo lo mismo.

-Esta aquí- hablo Sam antes de salir corriendo hacia afuera para transformarse.

Con rapidez, lo siguieron los demás.

Paul se paró tomando a Elizabeth de las mejillas para darle un casto beso en los labios y correr hacia afuera siguiendo a su manada.

Elizabeth se quedó quieta un rato viendo hacia donde se habían ido algo anonada por el reciente beso.