Violet es borde y Apolo tierno.
Ella es como el regaliz y el como la vainilla.
Los dos sufren a su manera.
❜❜𝒏𝒐𝒔𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒉𝒆 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒅𝒐❟ 𝒆𝒍 𝒎𝒆 𝒉𝒂 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒂𝒅𝒐❜❜
❜❜𝒆𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒐𝒓𝒈𝒖𝒍𝒍𝒐𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒚𝒂 𝒅...
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Desde fuera la amistad de Apolo y Violet era tremendamente buena, aunque se notase la química, nadie pensaría que de verdad estaban liados.
Sí volvió a pasar, siento no habéroslo comentado antes, y sin detalles. Pero es que...
Vale puede que no tenga una sólida explicación. Y después de hacerlo, paso lo mismo también. Bueno sin un golpe de pie. Pero lo mismo en el sentido de la incomodidad y el silencio.
Eso era raro para Violet, siempre tiene palabras para todo y contestaciones para todos los tíos con los que pasa la noche. Aparte de que con Apolo es distinto. Vais a decir que es él típico cliché, pero en realidad todo puede pasar y nada esta escrito, al menos que ellos sepan ;)*guiño giño*
Para quitar la incomodidad, o al menos hacer un intento, se quedaron de ver en el bar de Marta.
Violet acaba llegando un poco tarde, pero ya es natural para los que la rodean. Al entrar al sótano aparte de escuchar uno de sus temas favoritos de jazz y de oler el característico aroma de los batidos de vainilla, ve a Apolo en una mesa del fondo, de las que tienen un sofa rojo en semicírculo alrededor de la mesa.
-Hola.
-Hola, ¿Ya pediste?
-No, acabo de llegar y te estaba esperando.
-Bien.
-Hola, ¿que les pongo?
Una voz ronca de hombre les asusta. Tienen que levantar la vista ya que es muy alto, lleva unos vaqueros una camisa de cuadros como de leñador y una corra azul marino para atrás.
-Sí a mi...- empieza Apolo pero Violet lo interrumpe
-¿Y Marta?
-Esta hoy en la cocina.
-Yo tomaré...-pero otra vez Violet no le dejo acabar.
-La puedes llamar.- Apolo estaba avergonzado y el camarero se estaba cansando.