La cita

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Lincon había recibido la mala noticia del fallecimiento de su padre, a pesar de que su rostro se mantenía frio aun se podía notar la tristeza que eso le causaba. Su madre estaba inmersa en un mar de lagrimas mientras hablaba por teléfono con otros familiares.

El chico odiaba todo en ese momento, odiaba a las personas que no contestaron, odiaba no saber que hacer con su madre adolorida, odiaba no haber sido mas cercano a su progenitor.

Esa tarde el solo se quedo sentado al lado de su madre sin decir ni una palabra, tratando de ocultar sus lagrimas.

Tampoco tenia el valor de llamar a alguien, no sabia si debía de marcar a sus amigos, dudaba de que siquiera les importara. ya que ni siquiera preguntaron que pasaba.

Entre la búsqueda de contactos en su teléfono apareció el nombre de Luciana, la chica que le gustaba, en estos momentos al menos solo quería unas palabras confortables y marcó.

TUH....

TUH....

TUH.... 

El numero que usted ha marcado no se encuentra disponible.

Lo sabia... No tendría nada que lo sostuviera a él en esos momentos tan duros.

***

El teléfono de Luciana sonaba dentro del bolso que llevaría como accesorio para la cita falsa con Kevin y su padre.

Ella buscaba su celular y aquella llamada la había ayudado a encontrarlo, pero no pudo contestarlo y como aquel numero pertenecía a un numero desconocido no le tomó importancia.

Tras estar lista se sentó en su sofá y marco al numero de Kevin

-Aló... Luciana, ¿donde estas? Tienes que llegar temprano a mi casa-

Luciana miró su teléfono con indignación como si Kevin la estuviera viendo

-Yo...¿Ir a tu casa?-

-Claro.... ¿O pensabas que tendríamos la cita en tu casa? Estoy empezando a dudar de cuantas citas has tenido...-

Luciana respiró profundamente y respondió lo mas calmada que pudo

-Se nota que tú nunca has tenido una... Escucha, el novio es quien debe recoger a la novia, ¿esperas que valla yo sola por las calles hasta tu casa? Sé un caballero y ven a recogerme tú...-

Kevin se mantuvo callado durante unos segundos.

-Si... tienes razón, lo siento... iré...-

-Bien...- Luciana se calmó un poco

-Pero si te pusieras ropa mas recatada la gente no dudaría en alejarse de una menor de edad ¿no crees?-

...

-Pagarás el doble-

***

Desde el paradero de buses sueles encontrarte con historias interesantes que puedes seguir escuchando durante el viaje.

Y definitivamente no olvidaré la historia de aquellos dos enamorados que se la pasaban insultándose el uno al otro. Lamentablemente no pude escuchar mas de su plan para engañar a sus padres con una cita falsa, ya que había llegado a mi destino

Aló...Where stories live. Discover now