Instagram (171)

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Inspirado en un story de Carlos.

Charly.

Yeimy y yo ya llevábamos un mes juntos, y todo era perfecto. Por supuesto, la prensa no había tardado en enterarse cuando alguien me captó robándole un beso en la calle y pronto habíamos copado las tapas de todas las revistas como la pareja del año. Sí, éramos los Reyes del Flow en todos los sentidos.

Y ahí estábamos, en la fase de conocernos y ver cómo podíamos funcionar como pareja. Ni yo era Juancho ni ella era Gema, ambos estábamos viviendo algo nuevo y por suerte los dos estábamos felices con nuestra dinámica. Cenábamos juntos, íbamos al cine, nos puteábamos, nos reconciliábamos en la cama, veíamos tiktoks de fans de nuestro hijo... Como una pareja normal.

Otra cosa que teníamos en común es que ambos amábamos el deporte, así que íbamos a correr o al gimnasio juntos. Desde que hacíamos eso solía esforzarme de más, como si quisiera mostrarle la clase de hombre que tenía a su lado, y todo iba perfecto hasta la tarde en que empecé a sentirme mal durante el entrenamiento. Por supuesto, era lo suficientemente orgulloso para seguir, con lo que cuando llegué a casa ya estaba al borde de la muerte.

Me dejé caer en la cama en cuanto entré al apartamento y cogí el celular para grabar un story.

— Ay, hijueputa —me llevé la mano al pecho con un gemido—, estaba entrenando y quedé con un dolorcito en el pecho más raro, como con un calambre, con un mico ahí encaramao, no puedo ni moverme... Ah, Dios mío.

Si tenía buena suerte, Yeimy se apiadaría de mí y vendría a mi casa a hacerme de enfermera. Y si tenía mala suerte eso sería un infarto y moriría ahí mismo porque ir al hospital no era mucho lo mío.

Por supuesto, Yeimy nunca llegó porque esa mujer no funcionaba con indirectas. Me quedé a mirar las respuestas del story, riendo con algunas. Estaba aburrido pero agradecido con los fans, así que decidí grabar otro story.

— Los seguidores, unos escribiéndome preocupados, nooo, es un tema muscular, doctores y todo... Eh, otros, antes de que te pase algo mándame un saludo porfa —me eché a reír sin control—. Otras: ven, te hago un masaje, te hacen falta mis besos, uhh —me eché a reír de nuevo.

No sé cuándo me dormí, pero me desperté con el sonido del timbre. Cuando fui a abrir vi a mi reina con una sonrisa en el umbral.

— Traje desayunito, ¿estás mejor? Vi lo de anoche.

— Ah, yo pudiendo haber muerto y vos sin venir a darme un beso de despedida —dije con una fingida expresión de enfado.

— Tan dramático, fui a cenar con Erik y cuando lo vi ya era tarde, pensé que estarías dormido.

— Pues si te interesa, sí, ando mejor —respondí dándole un corto beso.

— Si no me interesara no habría venido, idiota.

Me senté mientras Yeimy lo servía todo en platos. Para qué mentir, me encantaba que me consintieran y más si era ella.

— Mm... ¿Charly?

— ¿Sí?

— ¿Quiénes eran esas que dijiste ayer?

— ¿Quiénes?

— Ya sabés, las que decían que te hacían falta sus besos —dijo mirando a la pared, como si fingiera estar distraída.

Solté una carcajada en el acto.

— Uhh, ¿la reina se puso celosa?

— Claro que no, era curiosidad —respondió dándole un sorbo al café.

Fascinación (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora