RARO CLICHÉ [+18] ©✔️ [REESCRIBIENDO]

11. No todo es lo que parece.

Laurie:

Al despertar, la luz del sol que entra por la ventana impacta contra mis ojos… me muevo pero siento que un brazo rodea mi cintura, con sutil delicadeza lo hago a un lado para mirarlo… es precioso y duerme tan tranquilo, así que me levanto sin hacer mucho ruido para no despertarlo, quiero ir a la cocina y preparar algo de comida… pero antes voy al baño.

Al salir del baño, noto que el aún sigue dormido, así que salgo de la habitación, llegó a la cocina y comienzo a buscar las cosas que utilizare… tortillas con papas fritas, la verdad que cuando hago comida siempre termino haciendo combinaciones muy extrañas.

Cuando Asher se queda a dormir, que en realidad solo ha pasado en dos ocasiones duermo muy tranquila y no tengo pesadillas… la verdad no quería que se fuera, tampoco pensaba echarlo de nuevo, después de todo somos amigos. No hay nada malo en eso, ¿O si?.

Sus palabras tan seguras no salen de mi mente, “No seré uno más del montón, seré tu chico “, habla con tanta seguridad que confieso que eso me atrae un poco… porque ningún chico me había hablado de tal manera como el lo hace.

—¿He dicho lo preciosa que eres?.—hablan desde la puerta de la cocina, levanto mi rostro y sonrió al verlo, pasa sus manos por su cabello muy desordenado, sus mejillas están un poco rojas y su voz mucho más profunda de lo que normalmente es.

—Buenos días.—sonrió, noto que sus ojos están más azules de lo normal.

—Buenos días, rubia.—sonríe, sutilmente.

—Toma asiento, mientras termino de preparar el desayuno.

—¿Hoy no me echarás?—esta vez alza sus cejas y entra a la cocina para sentarse en un taburete.

—Hoy no me levanté con el pie izquierdo.—lo miro por unos segundos.—Hoy no tengo ganas de echarte.

—Es decir, ¿Que otro día podrías hacerlo?.

—Puede ser.—lo molesto, no tengo pensado volver a hacerlo.

—Pero por lo menos, ya tuve la dicha de volver a estar en la cama de la chica que no busca dos veces a un chico.—se escoge de hombros.

—¿No te rindes?.

—Cuando quiero algo no.—dice con firmeza— En este caso te quiero a ti.

—Pero ya me tuviste.

—¿Crees que con una vez basta?—sus ojos brillan.—Quiero tenerte todos los días, ¿Crees que no pienso en aquella noche?.—yo tampoco la puedo sacar de mi mente.—Se que tu tampoco puedes sacarme de tu mente Laurie, como yo no hay dos.—mentira no es.

—A veces me sorprende lo arrogante que puedes llegar a hacer.—sonrió, colocando su plato de comida, frente a el.

—No lo soy, solo soy realista.

—Y si…—pienso lo que diré.—¿Solo somos amigos?.—propongo.

—¿Solo amigos?—me mira con incredulidad.— Entre amigos no existen tantas ganas como yo te las tengo a ti, Laurie.—cierto, ¿Pero que puedo pedirle?. —No suelo ser así, soy más de lo sentimental y me gustan las relaciones serias.