AMOR VERDADERO/No. 4 De La Serie: AMORES

CAPÍTULO 5 NECESITO QUE ME CREAS

Sergey
Estoy muy sorprendido por el giro que ha dado la investigación del ataque a mi esposa, reconozco que estos tres meses no puse la debida atención, ni di la importancia que merecía al asunto, no porque no me interesara, pero mi prioridad era ella, lo único que quería era verla bien y en eso concentraba toda mi energía y mis pensamientos, además, creí que las autoridades se harían cargo, pero ahora que ella está fuera de peligro y que mi mente vuelve a ser lúcida, me he dado el tiempo de meterme de lleno en esto, sobre todo porque antes no sabía lo que mi esposa me dijo acerca de esa persona, que trató de rematarla, incluso descendió del vehículo para cerciorarse, de no ser porque alguien más llegó, ella estuviera muerta, lo que descarta un mero accidente como lo catalogaron las autoridades, que ya habían cerrado el caso, y como dije antes, yo empecé a hacer mi propia investigación. Fue así como me di cuenta de que las autoridades no habían hecho nada, ni siquiera, se habían dado a la tarea de verificar las cámaras de seguridad de los alrededores.

Ya tengo ante mí, los resultados de la investigación y la verdad, no puedo creerlo. Las autoridades también ya tienen toda esta información en sus manos y no tardan en proceder legalmente.

Katya
Estoy tan nerviosa, es la primera vez en tres años que volveré a estar frente al que fue el amor de mi vida y digo fue, porque es algo que nunca podrá ser, aunque mi terco corazón no se ha dado por enterado, él sigue suspirando por él, y aunque me defraudó enormemente al despreciar a mi madre y tratarla como una cualquiera, es imposible dejar de sentir esto que siento por él.

Esta mañana recibí un mensaje suyo.

<<HOLA SE QUE NO QUIERES SABER NADA DE MI, PERO NECESITO HABLAR CONTIGO. POR FAVOR ¿ME PUEDES CONTESTAR?>>

Yo no quería hacerlo, pero me extrañó que intentara comunicarse, en estos años no lo había hecho, sentí que algo pasaba.

_ Gracias por contestar. - me dijo después de preguntar cómo estaba, me extrañó que no preguntara por mi madre, ante todo, él era un caballero y reconozco que el día que nos vimos por última vez, él estaba fuera de sí y por eso dijo lo que dijo, pero ahora era diferente, había pasado tanto tiempo, además mi padre me dijo que él y su padre habían ido al hospital y preguntaban constantemente por su salud.

_ Es lo menos que puedo hacer por ti. - dije.

_ Puedes hacer otra cosa. - dijo. _ necesito hablar contigo. Es urgente. - su voz se escuchaba tensa. _ ¡por favor! - suplicó.

_ ¿En dónde y a qué horas? - pregunté sabía que era algo de suma importancia, él no era así, de no ser algo de verdad importante, estoy segura de que no hubiese contactado conmigo.

Lo escuché darme las instrucciones la cita era ya, solo lo que yo tardara en llegar. Eso me alarmó aún más.

No perdí tiempo, no me miré al espejo, ni me arreglé, salí, así como estaba en ese momento, presentía que algo sucedería y no me equivoqué.

Cuando llegué al lugar, me di cuenta de que era una cafetería modesta. Mi corazón empezó a latir con fuerza, él ya estaba ahí, en la mesa estaban dos tazas de café, él no había probado el suyo, se puso de pie en cuanto me vio llegar.

No cruzamos palabra, solo nos fundimos en un fuerte abrazo.

_ ¡Te extraño tanto! - robó las palabras de mi boca, era una sensación tan cálida, el sentirlo de nuevo, el aspirar su aroma, el sentir sus brazos rodeando mi cuerpo. Era imposible reprimir aquello que sentía, mi amor por él seguía intacto, incluso lo sentía más fuerte, quizás por la separación.

Estaba tan ensimismada disfrutando una vez más de su cercanía, de su protección, que me sorprendió cuando me apartó con desesperación y me miró a los ojos.

_ ¡Mi amor! - dijo. _ ¡han pasado tantas cosas... están pasando tantas cosas! - rectificó. _ ¡no importa que escuches, solo quiero decirte que yo no hice nada en contra de tu madre!

Sus palabras me dejaron en shock, no entendía.

_ !Necesito que me creas...! ¡júrame! - me tomó de los hombros, sin dejar de mirarme a los ojos. _ ¡que no creerás lo que te digan!

_ ¡Nadie me ha dicho nada! - dije sin comprender aún.

_ ¡Pero lo harán! - su voz sonaba desesperada. _ sé que por la forma en la que me porté con ella no me vas a creer que no la dañaría, pero de verdad no lo haría. - su mirada era suplicante. _ ¡por favor! - se aferró a mis brazos. _ ¡dime qué creerás en mí! ¡Tres años de estar enojados ya fue suficiente! ¡no soportaré más! - me volvió a abrazar con desesperación.

No alcancé a contestarle, no supe de dónde salieron, pero varios hombres nos estaban rodeando, con rapidez nos apartaron, se identificaron como oficiales de la policía, le leyeron sus derechos y esposándolo se lo llevaron.

Yo me quedé parada, sin atinar a decir nada, solo alcancé a escuchar que era acusado de intento de homicidio en contra de mi madre. Él sólo repetía que era inocente, que jamás atentaría contra nadie y yo le creí.

Me quedé estática, y lo único que atiné a hacer fue marcar el número de mi padre.

Sergey
Tardó menos de lo que esperaba. Mi hija me estaba llamando, yo acababa de ser informado, de que estaban a punto de detener al agresor de mi esposa, la verdad es que dudaba de que fuera él, pero todas las evidencias apuntaban hacia su persona. Sé que mi hija es valiente, pero temía que algo como esto la destruyera, por una parte estaba su madre, a quien adoraba y por la otra estaba él, el amor de su vida, no podía hacerse al lado de uno y dejar de lado al otro, y aunque habían estado por mucho tiempo separados y ella aseguraba que lo había olvidado, en los últimos días me había dado cuenta de que no era así.

_ ¡PAPÁ! - la escuché decir cuando contesté. _ ¡TE NECESITO!

Desde el momento en el que vi en la pantalla de mi celular que era ella empecé a recoger mi saco y mis llaves y ya estaba saliendo de la oficina rumbo a dónde ella me dijera que estaría. Me necesitaba y no podía fallarle. Lo demás podía esperar, pero ella jamás.