Capítulo 1.

201 19 8
                                    

Dos años antes.

Si bien se ha caracterizado por ser una persona optimista, la verdad es que Louis no está exento de al menos un día permitirse el ser pesimista por una vez.

No ha mentido cuando le ha asegurado por teléfono a Zayn que a estas alturas no tiene respuesta en cuanto al asunto en el que lo ha involucrado.

Ni siquiera titubeó al confesar que tampoco tiene ganas de seguir adelante ahora que la seguridad con la que sostenía sus palabras se ha visto estropeada por el repentino rumbo que ha tomado esta situación en la que sus esperanzas han sido reducidas a cero, porque si bien se atrevió a mentirse con la idea de quizás haber marcado mal, esta vez no puede jactarse de ello, no cuando la operadora persiste en aquella respuesta que no cambia para nada al escucharla por séptima vez recordarle que el número que marca no existe.

No es capaz de colgar y tampoco de articular palabra porque la incredulidad arremete en su interior con una rapidez exorbitante reemplazando en un segundo aquella chispa de esperanza que por lo general no lo deja sumirse en la miseria justo como ahora mismo lo hace cuando centra su atención en el vacío sin fondo en el que amenaza en caer, ese en el que ha estado tentado a saltar y que se asemeja a la oscuridad en la que ve reflejado su rostro en el fondo de ese café frente a él.

—¿Ya sabes algo de Harry?

La sola mención de su nombre es suficiente como para que Louis deje de jugar con la bebida entre sus manos, y es que algo en su pecho se remueve para mal cuando repara en la ilusión que sostiene aquella voz que para sus oídos no pasa por alto tras reconocer el seguimiento de una preocupación genuina colarse en las vocales de la pregunta anterior, esa que lleva de por medio el nombre correspondiente al hombre que lleva un mes siendo la causa de su insomnio y apostando por algo más, también ha sido el responsable de que su corazón se encuentre partido en varios pedazos una vez más.

Niega con la cabeza intentando perderse de nuevo en la negrura de ese café que le han servido un momento atrás y que aún no se ha permitido probar simplemente porque no siente apetito, es incapaz de sentirse hambriento cuando lo único que siente es como la culpa parece estarlo comiendo vivo al hilar de sus pensamientos incompletos, balbuceando palabras vacías junto a verdades distorsionadas que saltan de la punta de su lengua como disculpas huecas que carecen de sinceridad porque ha preferido omitirle a Zayn la inexistencia de su número de celular.

No ha podido juzgarse así mismo tanto como ha querido porque Zayn lo ha distraído al tomar sus manos sobre la mesa para acariciarle el dorso con sutileza, desliza sus pulgares en una caricia pequeña, pero eficiente, en un gesto sencillo que roza la simpleza que lo caracteriza, pero que al mismo tiempo está hecho con la intención de recordarle que no está solo, es contradictorio determinar que no lo está cuando todos los días despierta sin la compañía de alguien más en su cama o específicamente, sin la presencia de aquel que jamás le permitiría deslizar sus manos fuera de las suyas como Zayn lo ha hecho porque él no es Harry.

—Todavía no, le he dejado mensajes y llamadas, pero no responde ninguna.

La molestia en las palabras de Louis es palpable y no es para menos cuando a Harry se le ha dado por desaparecer de la noche a la mañana sin siquiera preocuparse por despedirse de él o de dejarle un recado con el propio Zayn, quien mira con atención la última línea de mensajes en color verde que se extienden del lado derecho del celular de Louis donde se refleja su última conversación.

—¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que lo viste? — indaga y ni siquiera se atreve a compartir una pequeña mirada con Louis cuando de un momento a otro sus cejas se fruncen tras las respuestas vacías del rizado, ha sido de un momento a otro que en un punto de la conversación sus respuestas dejaron de llegar, dejando toda una línea de preguntas que hasta la fecha ninguno de los dos presentes ha sido capaz de responder.

Intruso Where stories live. Discover now