Capítulo 8

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El restaurante/bar de aquel hotel estaba repleto, las personas con sus atuendos finos se paseaban por allí con elegancia y carisma.

La música en vivo era amena y delicada, donde algunas personas en la pista bailaban con sonrisas discretas.

Katsuki se miraba en uno de los espejos que colgaban en algunos de los pasillos tratando de acomodar su cabellera de alguna manera. Bufo porque no importaba cuanto hiciera.

Se acomodo el saco que llevaba y volvió a pasar su mirada rojiza por el lugar esperando por Izuku y los mellizos. No quería abmitirlo, pero se encontraba nervioso y trataba todo lo posible de que no se hiciera notar por su maldito aroma.

Entonces pudo localizar a sus invitados. Observó a Mahoro que sonreía observando con emoción a todas partes, llevaba puesto una camisa blanca de botones que metía dentro del pantalón alto que llevaba, se ajustaba a sus piernas. Unos tirantes que caían a cada lado y unos zapatos de tacon. Su cabello estaba recojido. Se veía tan elegante, era como una mujer en todo su esplendor y Katsuki sonrió con orgullo.

Katsuma que estaba a su lado, sonreía, tan bien tratando de ocultar su emoción apesar que sus ojos brillaban mirando todo el salón. Traía puesto un suéter de lana una talla más grande que el, que apenas y veía sus dedos, pantalones una talla más grande que se arremangaban hasta su pantorrilla, con unos zapatos negros de suela blanca. Se veía adorable con esa ropa y Katsuki sonrió con ternura.

Los mellizos se voltearon para observar detrás de ellos, y jalaron de la persona que venía detrás.

Y Katsuki sintió su corazón salirse de su pecho. Izuku, su Deku. Se veía hermoso. Parecía algo nerviosos y podía ver levemente sus mejillas sonrojada.

Traía puesto una elegante camisa negra, de cuello V, que se ajustaba a su Sensual cuerpo, que mostraba su cuello y parte de su pecho. Encima de este usaba un chaleco abierto, color rojo brillante.

El pantalón alto de color negro, con cuatro botones - dos a cada lado de la pretina - se señia a sus muslos, trasero y piernas. Unos zapatos de tacon bajo. Llevaba una gargantilla color negro que resaltaba.

Y por un momento Katsuki se quedó paralizado, solo existieron esas tres personas que se acercaban a él. Entre sonrisas y susurro.

Cuando el verde de los ojos de Izuku se encontraron con los rojos de Katsuki, este trago saliva. Izuku se quedó un momento mirando al Alfa, una sonrisa nerviosa se formó en sus labios y articuló un Hola con la boca y Katsuki juro ver como esos labios rosados brillaron.

— ¡Hey Viejo! ¿Listo para gastar tu dinero? — dijo Mahoro al haber llegado frente a él Alfa mayor que la miró con una media sonrisa.

— Eres un dolor en el culo, no tienes que repetirmelo mil beses — dijo Katsuki frunciendo el ceño. — Y habrochate esa camisa — le reprendió al haberla tenido cerca pudo observar como la camisa de esta estaba dos botones desabrochados dejando ver un escote de sus voluptuosos pecho.

Mahoro frunció los labios mientras arrugava la cara con un sonrojo.

— No eres mi padre — replicó cruzando se de brazos. Katsuki frunció el ceño y sonrió de medio lado por aquella aclaración. Izuku entró en pánico y se acercó a Mahoro.

— ¡Kacchan tiene razón! — dijo Izuku y luego al ver que alzó mucho la voz trató de relajarse — deberías cubrirte un poco — dijo Izuku, antes había tenido el mismo pensamiento cuando la vio, pero no quería que su hija se reprimiera.

Mahoro se sonrojo y se abrocho los botones mientras refunfuñaba, jamás le discutirá algo a su madre.

Después de eso los cuatro se sentaron en una mesa para pedir algo de comer.

— ¿Qué es todo esto? — cuestionó Mahoro sin entender nada de lo que en el menú decía, habían demasiados nombres de platillos que nisiquiera conocía.

— Solo es comida, los malditos extras hacen estas mierda para que se vea elegante pero todo lo que ves aquí son pescados, mariscos y conchas con salsas — dijo Bakugou señalando todo aquellos nombres extraños que parecían en el menú. — diganme algo que les juste en una comida y yo escojere por ustedes — propuso Katsuki mirando a los presentes, Izuku miró a Katsuki por ensima del menu y sonrió, Kacchan siempre había sido así.

— Me parece bien, pero si no me gusta tendrás que pagarme el día de  mañana ¿entiendes viejo? — le reto Mahoro entrecerrando los ojos mientras se cruzaba de brazos, Katsuki bufo y sonrió aceptando el reto.

Izuku y Katsuma suspiraron al mismo tiempo, se miraron y sonrieron por la actitud de la Alfa.

— Muy bien, me gusta las cosas un poco dulces — dijo Mahoro sonriendo y Katsuki abrió los ojos sorprendido pero sonrió, asintió y dirigió su mirada hacia Izuku, antes de que pudiera habrir la boca, Katsuki puso una mano enfrente de él.

— Nerd, conozco tus malditos gustos — dijo Katsuki con una sonrisa arrogante y Izuku frunció el ceño con un puchero.

— Yo jamás te dije que me gustaba Kacchan — protesto el Omega completamente confundido. Katsuki resoplo divertido.

— Salado, no tanto, y crujiente — dijo Katsuki mirando como Izuku abría los ojos y se sonrojaba — Deku, soy una porquería recordando nombres, pero eso no significa que sea malo recordando gustos.

— Eres un tonto Kacchan — refunfuño Izuku como un niño haciendo a Katsuki sonreí. Sus ojos escarlata se dirigieron a Katsuma que lo observó con seriedad y si se fijaba bien sus hombros estaban tensos.

— Picante — respondió seco. Izuku miró a Katsuma por ese cambio de voz y Katsuki había notado eso pero no quiso apuntarlo.

— Impresionante, juraría que eras alguien de cosas dulces — comentó Katsuki al aire pero resivio una mirada ¿enojada? Departe de Katsuma.

— No me conoces, así que no puedes decir esas cosas. — dijo firme. Izuku miró confundido el comportamiento de su hijo menor y Mahoro entrecerro los ojos por ese comportamiento, sabía que su hermano estaba molesto pero no sabía el porque

— Exacto, — sonrió Katsuki pero había una línea tensa en la curvatura de su boca, pero luego esa expresión cambió a una más segura — aunque recuerdo como jamás te decididas porque querías comer primero, si dulse o salado y terminabas comiendo los dos. — Katsuma miró a Katsuki con desconcierto y se sonrojo al haber sido descubierto — Se podría decil que algo agridulce sería de tu preferencia ¿No? — El Omega menor apretó el mantel un poco y luego asintió. Katsuki tarareo en afirmación y suspiro. Llamó a uno de los meseros para susurrarle los pedidos que ya su mente tenía.














Mis- No, Nuestros HijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora