....

1 0 0
                                    

Era raro estar en este lugar sin que no se escuche ni una voz, aunque sean las siete de la mañana siempre ibas a escuchar algo pero hoy no.

Estaba con mis amigos en la fila sin decir nada y viendo la cara de los demas.

Tragedia, solo una tragedia puede sacarle todo el brillo a algo, hasta a este lugar. Si hace una semana me hubieran dicho que este lugar hoy estaria en silencio no me lo hubiera creido, nisiquera el director puede hacer que este lugar se quede callado pero al parecer la muerte logra todo lo que uno no imagina.

— ¿Que se murio alguien que estan todos callados? — jode Pablo, mi amigo, quien apenas llegó.

— Callate pelotudo ¿Que no ves las noticias? Hubo un accidente y en ese accidente fallecieron varias personas y de este colegio — le conto Iara.

— uh perdon, no sabia eso. 

— Bueno ahora lo sabes asi que callate porque hay varios afectados y si te llegan a escuchar vienen y te meten una trompada — lo calló Iara.

Mientras escuchaba a mis amigos pelear vi a Nerea, mi compañera, una de la más afectada de este lugar gracias a ese accidente.

Hace unos años ella me gustaba, y como no iba a gustarme? Ella irradiaba luz, vivía sonriendo siempre, trataba de ayudar a todos, hasta a quienes ella más odiaba, era sociable e inteligente. Una de las mejores del curso, eso nadie lo podía negar, teníamos suerte como curso de que sea nuestra delegada, siempre nos dejaba bien en frente de todos.

Ahora ella parecia apagada, no transmitia esa luz que tenia antes, no sonreia pero cuando lo hacia eran sonrisas falsas, tenia su ojos hinchados y no hablaba con nadie.

Si, solo la tragedia podia ocasionar esto. 

El director dijo solo unas palabras y nos dejo ir, ni el podia hablar, a todos nos costaba, aunque no parecia todos eramos unidos, quienes no eran nuestros compañeros o amigos eran primos, hermanos o solo conocidos de ellos, aca todos nos conociamos.

Querido desconocido...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora