Reflexión 10

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"Su voluntad, no la mía"
Rachel González ©

Sujetarse a la voluntad de Dios y sus propósitos, no es decir:

- Señor, yo sé que tú me vas a ayudar con mi sueño....yo siempre he querido hacer (o ser) "esto" . Por eso confío en que tú me ayudes con mis metas.

¡No!. Sujetarse a la voluntad de Dios y sus propósitos es preguntarse:

-¿Señor, es "esto" lo que tú quieres que yo haga (o sea)? Ayúdame a entender tus propósitos para conmigo... mientras, voy a enfocarme en las cosas más importantes. ¿Cuáles son?, ¿las que tienen repercusión eterna? Pues entonces todo lo demás no puede encabezar mi lista de prioridades.

Que Dios te colme de bendiciones y amor.

Reflexiones del Alma ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora