Reflexión 16

24 6 4
                                    

"Día a día"
Rachel González ©

Cuando dejamos a Jesús entrar en nuestro corazón, le estamos dando permiso para que examine todo lo que en él habita (todo aquello que nuestro corazón ha ido albergando desde que nacimos).

Pero no solo debemos dejar que lo examine; sino dejarle que lo transforme, que haga una limpieza a fondo y restaure todas aquellas cosas que, en un principio, fueron creadas para adorarle a Él, pero que las corrompimos guiándolas hacia otro destino.

Esa transformación se debe notar en nuestra vida diaria, en nuestro convivir, en nuestros conceptos, en nuestros pensamientos que reflejamos a lo demás, en nuestras metas; en fin, en todo lo que hacemos.

Si esto no ocurre entonces evaluemos si realmente le permitimos a Dios examinar y transformar nuestro corazón.

Recuerde que el evangelio de Cristo se basa en la fe que viene de Su amor, pero esa fe se demuestra en la acción.

¡Pero hay algo más!, si queremos que esa transformación se refleje en nuestro accionar diario, debemos aceptar este hecho fundamental de señorío por parte de Cristo cada día. ¿Y usted sabe porqué? Porque el ser humano olvida tan fácil a Dios, y más cuando vivimos en un mundo dominado por el pecado.

Por ello la perseverancia del cristianismo: una vida diaria de aceptación de señorío, una vida constante en la búsqueda de su verdad, amor y perdón, una vida decidida a rechazarse a sí misma por convertirse en lo que Dios planeó desde un principio para ella.

Que Dios te colme de bendiciones y amor.

Reflexiones del Alma ©Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin