Me di cuenta que amo cuando te perdi [concluida]

La sorpresa de la madre de Kagome-chan

Cuando Kagome llevo de vuelta a su família a la era del Sengoku, la madre de la protagonista se sorprendió al ver que Sesshomaru y Kagome se iban a casar mañana y que tenía ya todo planeado.
La boda se celebraría en el palacio de el Daiyõkai, el abuelo y Sota estaban jugando y cuidando de Rin y Jaken. Sota se quedo embobado al ver a tal preciosa niña de seis años delante suyo, el tenia nueve años se llebaban tres tampoco era tanto.

A la mañana siguiente Kagome y su mamá se preparaban para ese gran día y sesshomaru acompañado de los chicos hacia lo mismo, los dos se pusieron ropa que lle barón la madre y el padre de el cuando se casaron por primera vez.
-Kagome, creo que ese vestido te queda precioso hija - afirmó su mamá.

Al acabar la boda los novios de fueron a dormir pero antes se entregaron en cuerpo y alma a hacer el amor con más amor que el que nunca hubieran podido imaginar.

Un mes después de la boda Kagome empezó a sentir dolor de barriga y náuseas acompañadas de pequeños vómitos, fueron a ver a la prima de Sango porque era médico y ella les dijo que la miko estaba embarazada de un més. Cuando salieron de la cabaña Sesshomaru no le puso mucha importancia pero tras esa máscara de seriedad y frialdad se hallaba una tremenda alegría por tener a uno de sus cachorros formándose en la barriga de su hembra ahora oficial.

De pronto apareció Kikio, parecia que estaba muy mal, tenía la barriga inchada como si estuviera embarazada de nueve meses, se veía ahora un no podía ni caminar cuando posaba una mano en su espalda y la otra debajo de la tripa para no caer hacia delante. Kagome se lo pensó dos veces antes de ayudarla a entrar a la consulta de la comadrona. Al final le pudo la vondad y la ayudó a entrar. Pidió a su esposo que la llebase a cuestas, el primero se negó rotundamente porque recordó todo lo que esa arpía y zorra le había hecho a la madre de sus cachorros, como el hijo de Inu No Taisho ignoraba las peticiones de Kagome, ella decidió ayudarla a entrar, esa muestra de afecto ablanda la armadura de hierro que había hecho Sesshomaru entorno a el mismo y la ayudó a entrar en la cabaña. Cuando Kikio tubo a su hijo Kimamura, les explicó que Inuyasha la había dejado tirada en el bosque para ir con una medio demonio que encontró por el viaje, en ese entonces Kikio solo estaba de seis meses, pero tubo que cuidarse sola para que los demonios no se los comiesen a ella ni a su hijo. Al finalizar la explicación Kimamura había despertado y lloraba por que su madre no le da despertado comer. Todos se despidieron allí en la habitación de la cabaña. Pero la madre madre de Kimamura les pidió que por lo que más quisieran que dejasen que ellos se quedarán en el palacio del Oeste.